La invasión comenzó con un contundente bombardeo sobre posiciones estratégicas ucranianas y una lluvia de misiles. Las tropas del Kremlin tomaron la zona de Chernobyl y controlan un aeropuerto estratégico a apenas 25 km. del centro de la capital de Ucrania.
El secretario de Estado Tony Blinken aseguró que “toda la evidencia sugiere que Rusia tiene la intención de rodear y amenazar a Kiev, y creemos que Moscú ha desarrollado planes para infligir abusos generalizados contra los derechos humanos, y potencialmente peores, en el pueblo ucraniano”.
El principal diplomático estadounidense no dio detalles sobre qué acción "potencialmente peor" podría infligir Moscú al pueblo de Ucrania en sus comentarios en una reunión especial de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
“Las acciones de Rusia son una afrenta a la democracia, a los derechos humanos, a la decencia humana”, según una transcripción de los comentarios de Blinken. “Durante meses, Rusia se ha involucrado en el pretexto de la diplomacia mientras insistía en que no tenía intenciones de invadir Ucrania. Mientras tanto, el Kremlin ha estado preparando este ataque a sangre fría, cuya escala no se ha visto en Europa desde la Segunda Guerra Mundial".
“Los miembros de esta organización y toda la comunidad internacional ahora ven claramente el completo abandono y la abdicación de Rusia de los compromisos que hizo con el mundo, y nunca lo olvidaremos”, dijo Blinken.