Teresa Romero luchó con todas sus fuerzas y ganó la batalla decisiva. Su fortaleza física y mental, la forma en que se agarró a la vida con todas sus fuerzas, como se señaló a Hechos de Hoy, le permitieron superar el momento crítico en que estuvo al borde la muerte. Fue una lucha dramática en la que no retrocedió.
Los médicos del Hospital Carlos III de Madrid confirmaron que dio negativo en cuatro análisis consecutivos. En base a estos resultados, los especialistas aseguraron que la infección del virus del ébola fue eliminada de forma definitiva.
De forma paralela a la noticia más esperada en la lucha contra el ébola en Madrid, hay que destacar los asuntos polémicos.
El presidente del Consejo General de la Enfermería afirmó que hubo deficiencias tanto en la formación como en los equipos de protección. Toda la gravedad de la enfermedad de Teresa Romero, que logró felizmente superar, quedó a la vez como lección y advertencia de la cadena de errores que no hay que repetir. En las notas muy negativas, la falta de coraje y gestión de la ministra de Sanidad, Ana Mato, y el comportamiento inaceptable del consejero de Salud de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez.
El análisis definitivo
El segundo análisis era el definitivo. Confirmó que ya no hay presencia de virus en su sangre. Desde el 6 de octubre, recibió dos tratamientos experimentales: plasma de un enfermo que superó la enfermedad y un antiviral. El jefe de la unidad de enfermedades infecciosas del Hospital Carlos III, José Ramón Arribas, confirmó que efectivamente quedó curada del virus del ébola..
"Consideramos que se cumplen los criterios de curación del virus del ébola establecido por la Organización Mundial de la Salud", señaló en una conferencia de prensa bajo fuerte expectación. Recordó que un enfermo de ébola puede recuperarse "totalmente" de la patología, una vez la infección ha desaparecido, "y llevar vida normal". A la vez señaló que "no está en su estado" previo al contagio, ya que "cualquier infección grave produce un daño en los pacientes" y la "recuperación lleva tiempo".
Aseguró que la "fortaleza física y mental" de Teresa Romero ha sido básica para superar la infección. Reconoció a la vez añadido que es "imposible saber si el suero de otros pacientes, el antivirual experimental Favipiravir o el Zmapp tienen o no eficacia al no poder contar todavía con un grupo de control".
Preguntados sobre las posibles secuelas que puede tener la paciente, los médicos han señalado que va mandando la evolución clínica y cómo se va comportando con el paso de los días. Por eso, explicaron que van a seguir con la vigilancia y el estudio, para ir controlando y poniendo tratamiento si hiciera falta. Le pesadilla acabó.
Una fuerte expectación
