En los hechos de hoy, viernes 8, intensa polémica sobre la gestión de Teresa Ribera.
Analistas políticos destacaron a Hechos de Hoy las informaciones de Pelayo Barro en el nativo digital okdiario sobre el profético informe.
“El régimen torrencial de las lluvias dadas en la cuenca del Poyo y el alto grado de urbanización de la cuenca hacen que el riesgo de inundaciones sea muy elevado”. La frase figura en un informe incorporado al expediente de 2020 con el que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), dependiente del Ministerio de Transición Ecológica de Teresa Ribera, planteaba la remodelación del cauce del Poyo a su paso por las localidades ahora arrasadas. Pese a ello, el proyecto de construcción de un azud en el Poyo, que derivaría parte del agua en las crecidas, quedó al costado y se ignoró.
Negligencia absoluta
En concreto el portavoz de Medio Ambiente del GPP en el Congreso, Joaquín Melgarejo, recriminó a la vicepresidenta tercera “no haber iniciado las obras de prevención prioritarias en los planes de riesgo de inundaciones del Ministerio y no haber limpiado los barrancos”. “Muchos valencianos nos preguntamos por qué Ribera no se ha dignado ni a pisar Valencia”.
Recordó que, en una respuesta del Gobierno a una pregunta escrita del Grupo Popular, el Ejecutivo dejó claro que el criterio que ha aplicado en la limpieza de cauces y, específicamente, en la peligrosa demarcación del Júcar es el de “la mínima intervención”. “Ya vemos adónde nos conduce la mínima intervención”, destacó.
Denunció que la Confederación del Júcar no llamó a la Generalitat Valenciana para avisar del riesgo de desbordamiento y solo envió un mail cuando ya era demasiado tarde
Destacó que Teresa Ribera es la ministra responsable de la Confederación del Júcar, que “avisó a la Generalitat por correo electrónico, a las 18:43 horas, del riesgo de desbordamiento”. “Ni siquiera una llamada. Un simple correo entre más de 130 que envió en esas horas”, enfatizó.
Señaló que el Ejecutivo de Sánchez tenía, a primerísima hora del martes 29, los datos que hacían disparar las alarmas, “más de seis horas antes de que empezara a desatarse la tragedia”. “Y esta información no se trasladó a los Gobiernos autonómicos afectados para su necesaria celeridad y anticipación, como también ha dicho Emiliano García-Page“, señaló.
“Es más, la CHJ tuvo reuniones durante todo el martes, día de la riada, con todas las Administraciones del Estado, también con la delegada del Gobierno, pero sin la Generalitat Valenciana”, señaló.
Apuntó que la gestión de la AEMET y del Sistema Automático de Información Hidrológica está en tela de juicio y la ministra Ribera “a la fuga” sin dar una sola explicación. “No podemos evitar las lluvias torrenciales, pero sí minimizar sus efectos nocivos”, sentenció.