Con todo su cinismo y desprecio, Pedro Sánchez se burló de Alberto Núñez Feijóo, del Partido Popular y de sus votantes. Negó tanto al PP como al PSOE que haya una alternativa a su persona y al sanchismo. Volvió a faltar al respeto al PP señalando que “no tienen a nadie al volante”.
Se cuido mucho de desvelar el trato y el engaño. El PSOE usó a Enrique Santiago y repescó una iniciativa de Podemos para rebajar las penas a los etarras. Bildu exprimió la debilidad de Sánchez y calmó a los presos de la banda terrorista ETA con una jugada maestra. Sánchez necesita los votos de Bildu para seguir en La Moncloa. Y Bildu lo sabe y ejerce todo su poder.
Advertencia sin embargo de los analistas a Hechos de Hoy. Este error podría tener muy graves consecuencias para Sánchez y llegar a convertirse en una bomba de relojería en el PSOE.
Atención tmbién al error, la culpa, la rectificación y la petición de perdón.
Fue un momento emocionante en el Congreso de los Diputados en medio de una altísima tensión. La bancada popular interrumpió a Sánchez poniéndose en pie y aplaudiendo, cuando entró en el hemiciclo, a Mari Mar Blanco. Se sentó al lado de Feijóo. Todo el cariño y la solidaridad de Feijóo a Mari Mar en un gesto en el que le pidió también, de forma profunda, perdón por su muy grave error que el jefe de la Oposición asumió como único culpable y responsable.