Prisas en un congreso extraordinario con primeras prioridades de Pedro Sánchez en su rechazo de raíz al independentismo, la corrupción y la violencia de género. Luz verde a la nueva Ejecutiva, aprobada por el 86,19% de los votos -990 votos emitidos, 849 a favor y 136 en blancos-. Y alianza sellada entre la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y el nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.
Fue precisamente Susana Díaz quien respondió a las quejas de Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias sobre la escasa integración de la nueva Ejecutiva señalando que esta dirección que irrumpe "no tiene ni colores ni apellidos". "Es potente y no tiene tiempo que perder, proclamó.
Nada se puede objetar a la autoridad moral de Pedro Sánchez, elegido por los militantes del PSOE el 13 de julio. Desde un primer momento ha reivindicado al Partido Socialista Obrero Español en el espacio de izquierda y como fuerza de Gobierno -con los dos largos mandatos a sus espaldas de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero-. Expuso además sus señas de identidad con cuatro énfasis: las clases medias y la clase trabajadora; la defensa del laicismo; el derecho de las mujeres a decidir sobre su maternidad; y la apuesta por una España federal. No lo mencionó de forma directa, pero reafirmó un partido que tiene la voluntad de no permanecer sólo en las protestas y rechaza a la vez el populismo (alusión a Podemos de Pablo Iglesias).
Sin duda su primera prioridad es el rechazo sin fisuras a la corrupción y los corruptos; la transparencia en la gestión y rendición de cuentas; y el acabar con derrotas electorales encadenadas y la sensación de que no se tocó fondo. En esta etapa de respuestas y exigencias cobra especial importancia -asunto destacado por Hechos de Hoy– la presencia de Susana Díaz en la dirección del consejo federal. Tanto ella como Pedro Sánchez saben que la cohesión interna es ahora realmente clave.
Antes de reunirse este lunes con Mariano Rajoy hizo precisiones relevantes. Mantiene su rechazo a la reforma laboral. Rechazó la elección directa de alcaldes que estudia el Partido Popular y las grandes coaliciones. Explicó el rechazo a la elección de Jean-Claude Juncker porque no quiere una gran coalición ni en Bruselas ni en Madrid. Y destacó la apuesta de la reforma de la Constitución para tener un marco de convivencia federal. Son las líneas maestras de la navegación que acaba de empezar -y es para subrayarlo- del primer líder del PSOE elegido por el voto directo de la militancia.
