De la matanza en Charlie Hebdo a la marcha republicana en el corazón de París en días en los que el terror yihadista desafió a la Policía y la sociedad civil con una crueldad sin límites. Fueron, en 72 horas, cuatro acciones armadas con una balance de 20 víctimas.
Son muchas las preguntas que se amontonan en una Francia que se asomó al precipicio con cinco millones de musulmanes y el poder del Frente Nacional, la extrema derecha. Para François Hollande supone un reto sin precedentes levantar un dique de unidad ante una violencia que hunde sus raíces en banderas religiosas.
La cuestión que más preocupa, y es el nudo gordiano que han subrayado analistas a Hechos de Hoy, es la de si asistimos al punto final al punto de inflexión, o es el comienzo de un pesadilla de dominó, de una ola de terror yiohadista de la que habríamos asistido sólo a sus comienzos. François Hollande en su mensaje al país advirtió de ello. “Francia no ha terminado con las amenazas”, dijo de forma solemne en su mensaje a la nación.
Este domingo, primer termómetro de las emociones con la marcha republicana bajo el clamor de Je suis Charlie, por la libertad de expresión, la democracia y de rechazo a todos los totalitarismos y radicalismos.
En este marcha en el centro de París. el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la canciller , Angela Merkel. En la primera línea, los primeros ministros del Reino Unido, David Cameron; Italia, Matteo Renzi, y Portugal, Pedro Passos Coelho. En la marcha, que irá desde la plaza de la República a Nación, estarán también los jefes de gobierno de Bélgica, Charles Michel; de Holanda, Mark Rutte, y de Luxemburgo, Xavier Bettel.
François Hollande quiere reivindicar así los valores de la República Francesa. Según el primer ministro, Manuel Valls, esta histórica marcha debe ser una expresión "a favor de la libertad y la tolerancia" y contra el "racismo y el antisemitismo".
Luto en París