No pudo ser. En su primer encuentro de la temporada, Rafa Nadal, número cinco del mundo, cayó en la final del torneo de Doha (Catar), de categoría ATP 250, tras ser arrollado por el número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic (6-1, 6-2), que alzó su primer título del año.
Una vez más, Nadal, segundo favorito del certamen catarí, se topó con su bestia negra en sus últimos encuentros, tanto en tierra batida como en pista dura; en los últimos cuatro enfrentamientos entre ambos, todos en el año 2015, Djokovic acabó imponiéndose. Este sábado, no cambiaría la dinámica.
Después de desaprovechar una bola de break en el juego inicial, las cosas empezaron a torcerse para Nadal; espoleado por salvar la rotura, Nole se repuso de su titubeo para firmar su primer quiebre, que corroboró en el siguiente juego y que le permitió encarrilar el encuentro con un 3-0 a favor.
El golpe resultó letal para Nadal. Si bien defendió su siguiente servicio, no hizo lo propio en el sexto juego, en el que una vez más sucumbió ante el arrollador estilo del serbio, que en solo media hora liquidó el primer set.
En la segunda manga, Nadal fue la imagen de la impotencia. Así, después de largos intercambios, Djokovic le rompió a las primeras de cambio, en un primer juego en el que solicitó el Ojo de Halcón. El dominio del número uno del mundo era absoluto.
El español respondía desde el fondo de la pista, pero el balcánico olió sangre y ya no perdonó. Un nuevo break en el quinto juego supuso su puente de oro hacia la victoria, que solventó tres juegos después tras una hora y cuarto de juego.
De esta manera, Djokovic ganaba así la única final que le faltó por disputar el año pasado de los 16 torneos que jugó y deshizo el cara a cara con Nadal, que hasta este sábado estaba empatado con 23 victorias para cada tenista. El serbio es, por primera vez, campeón en Doha, y ya mira al Abierto de Australia, que comienza el 18 de enero en Melbourne.