En los hechos de hoy, en un lunes 18, Alberto Núñez Feijóo, a su regreso de un intenso domingo en Valencia, con la alcaldesa de la ciudad y el presidente de la Generalitat Valenciana, quiso dirigir su mirada a las próximas citas electorales, especialmente los comicios adelantados en Cataluña.
Y quiso reflejar especialmente su decepción profunda con Salvador Illa al haber abandonado un proyecto constitucionalista. Feijóo, como ha destacado Hechos de Hoy, quiere con toda claridad que el Partido Popular del País Vasco y el Partido Popular de Cataluña, anclados en el carril del centro sean la casa común de los constitucionalitas de todas las sensibilidades.
Por eso quiso avisar de manera especial en este acto que frenar el procés exige no confiar en PSC, ERC y Junts el 12 de mayo, “tres patas del mismo proyecto”. Lo subrayó en el acto de homenaje In Memoriam al exdirigente del PP, Eugenio Nasarre -fallecido el pasado 27 de enero-, que se celebró en la Universidad San Pablo CEU.
El acyo fue organizado por la ACdP (la Asociación Católica de Propagandistas), el Centro de Estudios, Formación y Análisis Social CEU-CEFAS, y Reformismo 21, la fundación impulsada por Feijóo en el Partido Popular.
Feijóo alertó de que la Ley de Amnistía es el paso hacia la autodeterminación y es una condena a los demócratas. “No cierra ningún conflicto, sino que abre muchos otros”.
Explicó que España no obtiene nada a cambio, ni siquiera mentiras piadosas, y que sus beneficiarios no se preocupan ni por disimular. “No necesitan ningún disimulo ya que saben que tienen en el presidente del Gobierno a un seguro servidor para lo que sea y por el tiempo que sea”.
“El PSOE dice aspirar a gobernar Cataluña con el mismo independentismo que ya ha vuelto a exigir un referéndum. Curiosa forma de reconciliarse”.
Advirtió que caminamos hacia un precipicio, conducidos por todos los que sienten alergia hacia la democracia española. Afirmó que la corrupción política y económica han formado una gran coalición “con el mismo origen, los mismos objetivos y el mismo director de orquesta”, cuya “partitura es la conveniencia y la connivencia”.
Aseguró que ningún Gobierno se puede apropiar del Estado para poner a subasta su integridad, su seguridad jurídica o la igualdad ante la ley de sus ciudadanos.
Ensalzó a Eugenio Nasarre, protagonista de una Transición, en la que se dieron la mano políticos patriotas y un pueblo deseoso de ser libre y expresar su libertad.
Subrayó que la Ley de Amnistía escandaliza a las democracias vecinas. Destacó que no es hija de la fortaleza, sino de la subordinación y la falta de dignidad de quien la promueve.
Aseguró que quienes protagonizan una de las páginas “más bochornosas e indignas” de la historia de España minusvaloran a los españoles, porque ven en ellos a una comunidad sumisa que aguanta todo y acepta cualquier mentira. “Pero no es así y se han encontrado con una resistencia serena, tenaz y duradera”.