Un martes frenético en lo político y lo económico. La Semana Santa impulsó el cambio de tendencia del mercado laboral. El desempleo marcó en abril la mayor caída de la serie histórica y la afiliación a la Seguridad Social registró la subida más fuerte en ese mes desde 2005. El paro bajó en 111.565 personas.
El segundo asunto del martes fue el análisis que hizo el presidente del Gobierno a la Cadena SER -una entrevista considerada en La Moncloa como estratégica, como reflejó Hechos de Hoy-. Mariano Rajoy señaló a la periodista Pepa Bueno que no se puede ser "ni optimista absurdo ni cenizo". La entrevista se hizo a primera hora de la mañana, antes de conocerse la encuesta del CIS. El PP (Partido Popular) obtendría un 31,9% de los votos si hoy se celebraran elecciones generales con lo que adelanta al PSOE (Partido Socialista Obrero Español) en 5,7 puntos en el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). El PSOE se colocó así con un 26,2% sin remontara un mes de las europeas.
La tercera cuestión estuvo en el cierre de las Bolsas en Europa. La prima de riesgo se situó en 148 puntos. El bono a 10 años en 2,94%. Y el IBEX 35 acabó la sesión en verde (+0,04%). En las vísperas prácticamente de una nueva reunión del Banco Central Europeo (BCE), nuevos datos francamente favorables para España.
Luis de Guindos, el ministro de Economía que ha sido imprescindible para Mariano Rajoy para apuntalar la confianza exterior, ya anticipó que las previsiones económicas del Gobierno eran conservadoras. La Comisión Europea le dio la razón al situar un escenario modesto para 2014 -crecimiento del PIB en 1,1%- pero en expansión en 2015 con el doble de crecimiento de la economía española, un 2,1%, más de la media en la Eurozona.
En este nuevo escenario no debería perderse de vista que paro y déficit avanzan a menor ritmo que los indicadores. Si Mariano Rajoy quiere seguir sorprendiendo a la Unión Europea debe reflexionar en nuevas medidas para que este escenario positivo de la macroeconomía se proyecte en fuertes impulsos al empleo y consumo privado. La herramienta podría ser la de la rebaja drástica de la carga fiscal que presiona a empresas y familias, así como el adelgazamiento de la Administración.
Lo mejor de este escenario, al que Rajoy se refirió con acierto con la posición de "ni optimista absurdo ni cenizo", se centra en que el Gobierno tiene margen para nuevas iniciativas. Lo peor es que las retrase cuando son más necesarias.
