Fin del suspense político y meses estériles en Cataluña. Rechazo de la izquierda anticapitalista, los llamados cuperos de la Candidatura de Unidad Popular (CUP), a la investidura de Artur Mas y a su continuidad como presidente de la Generalitat (ver en Hechos de Hoy, La Candidatura de Unidad Popular partida en dos en el debate sobre Artur Mas).
Este veto abre el escenario a nuevas elecciones autonómicas en Cataluña, las cuartas en cinco años, que se celebraría entre finales de febrero y el 6 de marzo, la opción que parece más probable. El veto supone el fracaso final a la estrategia de Artur Mas de la lista de Junts pel Sí (JxS) (CDC y ERC).
Hay que recordar que la CUP votó en contra de investir a Artur Mas en dos ocasiones en el primer pleno de investidura iniciado el pasado 10 de noviembre, después de las elecciones del pasado 27 de septiembre. El 10 de enero, próximo domingo, se cumplirán los dos meses que marca la ley para dar por disuelta de forma automática la legislatura en Cataluña.
Artur Mas debería entonces firmar de forma inmediata un decreto de convocatoria de elecciones a celebrarse entre 40 y 60 días tras el primer pleno de investidura. En esa horquilla sólo hay tres domingos para celebrar los comicios.
Horas antes de la votación final de la CUP, una encuesta de NC Report para el diario La Razón apuntó que la gran mayoría de los catalanes pide no apoyar a Artur Mas y convocar elecciones.
En la misma encuesta, JxS pierde seis escaños impidiendo así al bloque independentista alcanzar la mayoría absoluta de 68 diputados. Por su parte Ciudadanos se mantendría como segunda fuerza, con 29 escaños, aumentando su grupo parlamentario en cuatro diputados. El electorado de Ciudadanos -según esta encuesta- estaría compuesto por un 82,7% de antiguos votantes, a los que se les ha unido un 6,9% que capta de JxS y un 3,7% del PSC (Partido Socialista de Cataluña).
Inés Arrimadas, actual líder de la oposición en Cataluña, gana indudablemente peso político en Ciudadanos. Ha sido la crítica más severa de Artur Mas en estos meses de interinidad y bloqueo. Abogó con energía, desde un prrimer momento, en la necesidad de nuevos comicios en Cataluña y auguró un fracaso en las estrategias políticas de Artur Mas.
La decisión final de la CUP
El Consejo Político de la Coordinadora de la Candidatura de Unidad Popular (CUP) acordó finalmente este domingo no apoyar la investidura de Artur Mas como presidente de la Generalitat de Cataluña, lo que podría suponer la convocatoria de nuevas elecciones autonómicas si Junts pel Sí no presenta un nuevo candidato o consigue el apoyo de algún otro grupo parlamentario. La decisión adoptada por la CUP también deja patente la división en el seno de la coordinadora anticapitalista e independentista, que tiene en sus manos el futuro de Cataluña.
Las asambleas territoriales celebradas el sábado por la CUP ya dejaron clara esa división, ya que mientras unas rechazaron de plano el apoyo a la investidura de Mas, otras se inclinaron por propiciar el acceso del candidato de Junts pel Sí a la Presidencia de la Generalitat con el fin de poder continuar con el proceso independentista.
Todos los demás grupos parlamentarios han anunciado repetidamente que no apoyarán la investidura de Artur Mas. En caso de que ningún candidato sea elegido nuevo presidente de la Generalitat, el próximo 10 de enero se disolvería el Parlamento de Cataluña y se convocarían nuevas elecciones autonómicas.