Pedro Sánchez, en su encuentro con Artur Mas, insistió en dos principios: la negociación y el respeto a la legalidad. Son las cuestiones que precisamente planteó el Rey Felipe VI en el acto de la Fundación de Girona, en su discurso en castellano y catalán.

Mariano Rajoy, antes de asistir a la cumbre de la OTAN, siguió el encuentro de Artur Mas y Pedro Sánchez y recibió en La Moncloa a la líder de Unión Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez. Los acontecimientos se aproximan a fechas críticas con un escenario enrarecido en el que se sumó el soberanismo catalán al grave escándalo de Jordi Pujol.

La presencia de Pedro Sánchez en Barcelona como secretario general del PSOE (Partido Socialista Obrero Español)  visualizó un liderazgo fresco y ágil en momento que pide canales de comunicación abiertos y tacto. Pedro Sánchez no quiso cerrar ninguna puerta ofreciendo incluso a Artur Mas toda la colaboración del PSC (Partido de los Socialistas de Cataluña) para evitar la alternativa de un gobierno de CiU y ERC o incluso del adelanto electoral.

Pero también en Cataluña el PSC de Miquel Iceta observa un escenario fluido en el que Josep Antoni Duran i Lleida está tejiendo con discreción las bases de un movimiento centrista tras marcar distancias con Artur Mas. Iceta y Duran en un encuentro que no buscó focos ni protagonismo han coincidido en que sólo se puede celebrar una consulta que sea legal. Y sobre este asunto el Gobierno ha anunciado, insistido y recalcado que actuará de forma inmediata.

Aunque Pedro Sánchez escuchó y dialogó con Artur Mas durante dos horas largas, constató que el presidente de la Generalitat llegó a un punto sin retorno de enrocarse en sus posiciones. Para el secretario general del PSOE la respuesta a la actual crisis es la del nuevo pacto, una reforma constitucional que se puede votar. Mantiene además el análisis de que hay que evitar la fractura y el desgarro social que el proceso soberanista provocará en Cataluña y el resto de España.

El modelo político que visualiza Pedro Sánchez es el alemán. un escenario territorial con reconocimiento a la singularidad de Cataluña, blindaje de competencias y nuevo sistema de financiación. En su estancia en Barcelona, Pedro Sánchez almorzó con José Manuel Lara Bosch, el presidente del Grupo Planeta, muy crítico con el proceso soberanista y firme defensor del diálogo entre la Generalitat y La Moncloa. En el almuerzo de ambos, los nuevos escenarios políticos.

Artur Mas por su parte estuvo críptico en el acto de este jueves convocado por la Cámara de Comercio de Barcelona. Aseguró que está dispuesto a dialogar con el Estado "antes y después" de la consulta del 9 de noviembre. Anunció además que este mes se editará un libro blanco sobre el estado catalán y advirtiendo a los empresarios que "la libertad tiene un precio". Respecto una posible participación de ERC en el gobierno catalán, Artur Mas apuntó que "ya dijeron no", aunque será "flexible" en su posición ante nuevos escenarios políticos, el gran asunto en Madrid y Barcelona como ha apuntado Hechos de Hoy.