El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ante su primer cara a cara, en la cumbre de Ginebra, en un marco de crecientes tensiones bilaterales.
Se reúnen en la mansión La Grange con el presidente de Suiza, Guy Parmelin, como anfitrión. En un primer plano en la agenda de esta cumbre, la situación general en Oriente Medio tras la crisis de los cohetes; la estabilidad de Ucrania; el programa nuclear de Irán, y la detención del líder opositor ruso Alexei Navalni.
Por el momento, el Kremlin ha avanzado que la cumbre tendrá al menos una duración de cinco horas. Antes de la cumbre, Joe Biden se reunió con su secretario de Estado, Antony Blinken, y su asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan. También celebró un encuentro con el presidente de Suiza, Guy Parmelin, y varios secretarios de Estado del gobierno suizo.
Vladimir Putin viaja directamente de Moscú a Ginebra, al aeropuerto de Cointrin. Al frente de una importante misión rusa: el asesor para Asuntos Internacionales, Yuri Ushakov; el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov; el viceministro de esa cartera, Sergei Riabkov; el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov; el embajador ruso en Estados Unidos, Antoli Antonov, y el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, Valeri Guerasimov.
Para el debate de algunos problemas regionales han sido invitados el jefe adjunto de la Presidencia de Rusia, Dmitri Kozak, y el enviado especial de Putin para el arreglo del conflicto en Siria, Alexandr Lavrentiev.
Los dos presidentes estarán acompañados por Blinken y Lavrov, así como por traductores. La reunión se celebra en la primera planta de la mansión La Grange, en una de las bibliotecas.
En torno a las 14.30 (12.30 GMT) comienza una primera reunión en formato ampliado con otros cinco miembros de cada una de las dos delegaciones. Una segunda parte con esta estructura continua a las 16.15 (14.15 GMT).
El formato ampliado estará dedicado, entre otros temas, a conflictos y crisis regionales: Oriente Medio, Siria, Libia y Ucrania, el programa nuclear iraní, el acuerdo en Afganistán, la situación en la península coreana y el escenario de Nagorno Karabaj.
También se espera que Biden exponga por su parte su rechazo al arresto del líder opositor Alexei Navalni y a los ciberataques perpetrados por hackers rusos en los últimos tiempos.
La delegación estadounidense ha descartado además por el momento un almuerzo de trabajo en la cumbre.
De momento, se desconoce si Putin y Biden mantendrán un encuentro a solas, según indicó el Kremlin. “Todo dependerá de cómo evolucionan las conversaciones” en la cumbre y del deseo de los dos líderes de abordar “de tú a tú” algunos problemas durante su estancia en Ginebra, dijo Ushakov.
Tampoco está claro aún si habrá una declaración conjunta ruso-estadounidense al término de la cumbre.
Putin será el primero en informar de los resultados de su primera cumbre con Biden, en torno a las 18.00 (16.00 GMT), porque después tiene previsto un encuentro bilateral con Parmelin y la delegación suiza antes de regresar a Moscú.
Biden llegó a la ciudad suiza procedente de Bruselas, donde reafirmó su voluntad de relanzar las relaciones transatlánticas y enviar un mensaje claro a Rusia. “Nuestra alianza es fuerte. La OTAN está unida y Estados Unidos ha vuelto”, dijo Joe Biden.
En una entrevista con la cadena NBC, Putin dijo esperar que el presidente demócrata se muestre menos impulsivo que su predecesor republicano. Pero aprovechó la ocasión para calificar a Donald Trump como un hombre “talentoso”.
“El mundo lleva 18 meses con una pandemia que lo ha golpeado terriblemente. El encuentro de Ginebra representa una oportunidad para que los presidentes de Estados Unidos y Rusia infundan un poco más de optimismo, un poco más de esperanza en la política mundial”, declaró el anfitrión, el presidente de Suiza, Guy Parmelin, en una rueda de prensa tras una reunión con Biden.
Ginebra ya había acogido una cumbre todavía más histórica: el primer cara a cara entre Ronald Reagan y Mijail Gorbachov en 1985, una reunión de tres días que marcó el inicio del deshielo de la Guerra Fría. ¿Pueder de nuevo Ginebra un punto de inflexión tan grande?