Desde la apertura del Índice Nikkei, la Bolsa de Tokio, a Wall Street, la Bolsa de Nueva York, todos los mercados leen este lunes la crisis en la Eurozona al chocar de forma abrupta Alexis Tsipras con la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.
El Consejo del Banco Central Europeo (BCE) decidió, en su reunión urgente del domingo, mantener en 89.000 millones de euros los préstamos de emergencia para los bancos griegos. Inmediatamente se sucedió en Grecia la imposición, como sucedió en Argentina, de un control de capitales -el llamado corralito-.
Grecia se mira precisamente en este espejo con una diferencia fundamental. Argentina tuvo el tesoro de su materias primas para salir adelante. En Grecia no existen. Alexis Tsipras, ante la falta de liquidez financiera y la masiva fuga de capitales, ha decretado el cierre de la actividad bancaria. Como hizo en Argentina el presidente Fernando de la Rúa acuñando el concepto del corralito.
Grecia no es desde luego Argentina por diferencias muy especiales. Vive en la Eurozona, depende del Banco Central Europeo y sus crisis han implicado sobre todo al sur de la zona de la moneda única. El riesgo de efecto contagio es esta vez mayor.
Sobre todos estos auntos, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó a la canciller de Alemania, Angela Merkel. Según informaciones de Berlín y Washington le subrayó la importancia de que Grecia siga en el euro después de la ruptura en las negociaciones entre Atenas y los acreedores internacionales este fin de semana.
Hablaron de riesgo de crisis económica y política. "Ambos líderes coincidieron en que es sumamente importante hacer todos los esfuerzos para volver a la senda que permitirá a Grecia retomar las reformas y el crecimiento dentro de la Zona euro", señaló la Casa Blanca en un comunicado. Se confirmó también de forma oficial que sus "respectivos equipos económicos están vigilando cuidadosamente la situación" y se mantendrán en contacto.
Las conversaciones de este fin de semana entre el Eurogrupo y Grecia para tratar de encontrar una solución a la crisis se rompieron cuando Alexis Tsipras anunció la convocatoria de un referéndum para el próximo 5 de julio sobre las condiciones del rescate griego