La movilización de Estados Unidos se produjo ante los informes de los servicios de inteligencia que alarmaron sobre el rápido avance de la guerrilla suní radical -los yihadistas de Estado Islámico (las milicias de EI o ISIS)- sobre la ciudad de Erbil. Es la capital de la Región Autónoma Kurda o Kurdistán iraquí y sede del gobierno regional kurdo. Representa la tercera ciudad más grande de Irak, después de Bagdad y Mosul, y se le considera como una de las ciudades más antiguas que han estado habitadas permanentemente. Está situada a ochenta kilómetros al este de Mosul.
En su mensaje en los jardines de la Casa Blanca, antes de comenzar días de vacaciones y descanso, Barack Obama desveló que el presidente de Francia, François Hollande, y el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, "expresaron un fuerte apoyo a nuestras acciones y están de acuerdo en apoyarnos en la asistencia humanitaria que ofrecemos a los iraquíes que más sufren".
Barack Obama, que estará informado permanentemente del foco de crisis abierto en Irak, reveló también que la nueva intervención se produce en un escenario abierto y no de desenlaces inmediatos. "No creo que vayamos a resolver este problema en unas semanas, tomará tiempo", afirmó el presidente. Reconoció también que dio la orden de intervenir de Estados Unidos porque el avance de la guerrilla suni radical fue más rápido de las previsiones estrategias sobre la situación en Irak. Aseguró que los bombardeos lanzados desde el Golfo Pérsico -operaciones de cazas y aviones drones- han permitido destruir armas, equipos y suministros que se estaban preparando para una rápida toma de Erbil como sucedió en Mosul.
Una parte importante expertos y asesores del Comité de Seguridad Nacional del presidente viaja con él a Martha’s Vineyard. Sobre las claves de la nueva intervención, Barack Obama confirmó el clima de frialdad con Nuri al-Maliki a The New York Times.
Aseguró también que si no dio la orden de actuar antes contra el avance la guerrilla fue para presionar al primer ministro iraquí para que ponga en pie un gobierno que escuche las voces de todos -es la misma tesis que mantiene Arabia Saudí como explicó Hechos de Hoy-. "Atacar antes le habría quitado presión a Al Maliki, quien podría haber llegado a pensar que no es necesario realizar compromisos, que todo lo que tenemos que hacer es dejar que los estadounidenses nos salven una vez más y luego podremos seguir como siempre", afirmó el presidente.
Barack Obama ha sido sensible también a los reiterados llamamientos de Francisco para evitar una catástrofe humanitaria en Irak ante la crueldad de la guerrilla en la persecución de herejes e infieles. El presidente de los Estados Unidos habló con François Hollande y David Cameron.
Francia y Reino Unido han comprometido su apoyo para el esfuerzo humanitario paralelo que Estados Unidos está efectuando en Irak, con lanzamientos aéreos de comida y agua para la minoría yazidí refugiada en el Monte Sinjar. Barack Obama explicó que, junto a los ataques aéreos, el próximo paso se centra en garantizar un corredor humanitario para rescatar a los miles de yazidíes aislados en la montaña, algo que requiere una coordinación internacional más amplia que también “llevará algún tiempo”.
