Dos años y medio después de su derrota en las urnas, el expresidente de Francia, Nicolas Sarkozy, sorprendió con su anuncio en su página de Facebook de su regreso a la política. La decisión pone fin a meses de especulaciones.

La decisión de quien fue presidente de Francia entre 2007 y 2012 supone el regreso a la primera línea de la vida pública a los 59 años de edad, y con el apoyo de sus partidarios que le consideran el único político capaz de congregar a todo el centroderecha, aunque sus aspiraciones a la presidencia en 2017 podrían verse arruinadas por los problemas legales a los que se enfrenta.

En su mensaje en Facebook, Sarkozy escribe que "he sentido que muchos franceses ya no creían en nadie ni en nada, como si nada valiera la pena. Esta ausencia de toda esperanza, tan propia de Francia hoy, nos obliga a reinventarnos profundamente. A través de una profunda reflexión he decidido proponer a los franceses una nueva elección política. Soy candidato a la Presidencia de mi familia política. No se puede hacer nada grande sin la unidad de la nación".

Sarkozy se convirtió el pasado mes de julio en el primer expresidente arrestado en la historia de la Quinta República. Fue imputado por corrupción activa, tráfico de influencias y violación del secreto de instrucción, tras pasar 15 horas en detención provisional en la Dirección Central de la Policía Judicial en Nanterre, mientras testificaba sobre el llamado "caso de las escuchas".

Ahora anuncia un "nuevo proyecto, una nueva forma de funcionar con un nuevo equipo". Si su idea y su proyecto fructifican, Sarkozy se convertiría en el segundo político después de Charles de Gaulle, en la historia reciente de Francia en intentar un comeback tan arriesgado.

A finales de noviembre, Sarkozy quiere volver a liderar el UMP para comenzar de nuevo la larga y "tortuosa" carrera hacia El Elíseo. En principio y a día de hoy, su principal oponente sería de nuevo, al igual que en 2012, el socialista François Hollande, quien pasa actualmente por su peor cuota de popularidad.