Ocho de las diez personas asesinadas y la mayoríd de los 15 heridos este martes en un atentado suicida perpetrado en el centro histórico de Estambul eran alemanas. ¿Casualidad? ¿Pudo haber tocado a turistas de cualquier otro país? El terrorista suicida provenía de Siria y pertenecía a Daesh. El primer ministro turco Ahmed Davutoglu comunicó a la canciller alemana, Angela Merkel, que la mayoría de los fallecidos en el ataque eran turistas alemanes.
Davutoglu le dio el pésame a Merkel y le aseguró que "los detalles de la investigación, llevada a cabo de forma meticulosa, serán compartidos con Alemania y que se hará todo lo posible para atender a los alemanes heridos" repartidos en dos hospitales de la ciudad turca. El atentado dejó al menos 15 heridos, dos de ellos en estado grave, según un balance provisional.
Merkel precisó que los fallecidos formaban parte de un grupo de turistas de visita en Estambul. “Le tocó a Estambul, a París, a Túnez (…) El terrorismo internacional volvió a mostrar su cara cruel y su desprecio por la vida humana”, dijo Merkel en una comparecencia ante los medios celebrada a primera hora de la tarde. “Esto demuestra la necesidad de actuar con firmeza”, reiteró la canciller.
Se trata de un atentado terrorista llevado a cabo a las 10.20 (hora española), por un sirio nacido en 1988 y el ataque fue una “reverberación” de los combates en la vecina Siria. Por el momento nadie lo reivindicó. Todas las víctimas son extranjeras.
El hecho de que el terrorista sea un sirio apunta a la milicia de Estado Islámico o Daesh. Al grupo yihadista sunita se le atribuyen varios atentados en Turquía, aunque principalmente dirigidos contra objetivos kurdos. Las milicias kurdas luchan contra el Daesh tanto en Siria como en Irak.
En los últimos meses hasta 170 personas han perdido la vida en atentados terroristas perpetrados en Turquía. El mayor de ellos tuvo lugar en octubre en la capital, Ankara. Dos atacantes suicidas se hicieron volar por los aires cerca de una estación de ferrocarril durante una manifestación pacífica pro-kurda, matando a más de 100 personas. El ataque fue atribuido al EI, así como otro perpetrado a principios de 2015 en el sur del país, que dejó más de 30 fallecidos. Daesh nunca reivindicó estos atentados.
La explosión de este martes se produjo al pie del Obelisco de Teodosio, situado en el barrio de Sultanahmet, en el centro de Estambul. En este lugar se encuentran algunos de los principales atractivos turísticos de la ciudad, como la Mezquita Azul, Hagia Sophia (o Santa Sofía) y el Palacio de Topkapi.
Tras el atentado, el gobierno turco impuso un cerrojazo informativo.