Vuelven las revistas del corazón con el verano como protagonista aunque también con la preocupación por la integridad física de Isabel Pantoja en Alcalá de Guadaíra. Así se muestra Sálvame que explica que "aunque Instituciones Penitenciarias lo niega", los funcionarios aseguran que será posible un motín y que "están jugando con fuego".
Por lo visto, al principio las presas del centro le tenían cariño pero están cansadas de la cantidad de privilegios de los que disfruta la tonadillera y esto "ha crispado el ambiente". Los empleados afirman que existe "mal rollo" entre ellas y, por eso, "temen que pueda pasar algo" porque dentro "hay agresiones". Por su parte, Anabel, su sobrina continúa rentabilizando su paso por los platós.
En la misma cabecera aparecen Penélope Cruz y Javier Bardem en el funeral del padre de la actriz internacional. Toda la familia estaba completamente destrozada, ya que "no se lo esperaban". Por último, Terelu Campos y su novio José Valenciano reaparecen en la fiesta de cumpleaños de su madre María Teresa Campos.
Crisis sentimental o ruptura es lo que podrían estar viviendo Kiko Matamoros y Makoke. Tal y como explica ¡Qué me dices! el colaborador de Sálvame se marchó de casa, pero "no ve peligrar su relación". La revista publica unas imágenes de la pareja yendo a cenar.
Asimismo, también aparece Rosa Benito y Amador Mohedano podrían quedarse en el paro, ya que al hermano de la Jurado "le habrían dado las vacaciones forzosas en Mujeres y Hombres y Viceversa" y la colaboradora de Sálvame espera a que "la vuelvan a llamar".
Pronto abre su edición con Isabel Preysler y "su apasionante vida", artículo que habla de sus primeros novios en Filipinas, su gran amor, de la relación con sus padres, de su relación con Julio Iglesias… En el interior la publicación comenta la venta del palacete de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, pocos días después de su 50 cumpleaños.
Por primera vez aparece una modelo cuyas medidas no responden a las de 90-60-90 en la portada de Interviú. La asturiana Eva María Pérez es la modelo española de tallas grandes más solicitada y lleva más de quince años como maniquí de reconocidas firmas de ropa. Esta semana la revista le dedica un reportaje en el que cuenta que aún se siente discriminada por los diseñadores, que no hacen ropa de moda para las que son como ella, las llamadas chicas curvy.
“Llevo mucho tiempo dedicándome a tirar piedras desde un muro, la palabra ´imposible´ la desterré”, asegura. En el reportaje cuenta que recuerda su niñez como “una niña trabada, ni gorda ni delgada” y que veía a su hermana más delgada que ella y comía más mientras que ella, más “gordita”, comía muy poco. “Fue traumático a la hora de vestir, me llevaban a la sección de señoras porque no había nada que me quedase bien”, explica Eva María, y añade que lo solucionaba haciéndose faldas y arreglando camisas de hombre para hacerse su propia ropa.