Movilización de España en un clima de alerta internacional y situación de pánico, nervios y miedo en el foco de esta emergencia sanitaria en el África Occidental como ha destacado Hechos de Hoy. Feliciano Pajares, el hermano del sacerdote Miguel Pajares, declaró al programa Espejo Público de la cadena Antena 3 que está "muy contento". Agradeció la reacción de los medios y el Gobierno.
La última vez que hablaron con él, ha apuntado, "fue el sábado", aunque la ONG con la que trabaja su hermano pudo hablar este lunes con él y le notaron "más animado". Sobre su hermano ha dicho que es una persona "cariñosa, que ha dado toda su vida por los necesitados y ha estado al servicio de todos".
El padre Miguel Pajares, quien lleva toda su vida centrada en quien le necesitaba, "siempre decía que había que ayudar a los más necesitados", y su hermano ha subrayado que "le importaba la vida de los demás, no se preocupaba de él, sino de los demás".
Desde la primera epidemia registrada en el año 1976 han muerto, siempre en África, 2.477 personas por el Ébola, 887 de ellas en la actual crisis en Guinea, Liberia, Sierra Leona y Nigeria. Pese a quedar lejos estas cifras de enfermedades devastadoras -en 2013 murieron cada día 1.726 personas por Malaria y 4.110 por causas relacionadas con el Sida–, los terribles síntomas del Ébola, con hemorragias internas, han suscitado el pánico en la región.
El Gobierno de Mariano Rajoy reaccionó con prontitud y sensibilidad. El sacerdote Miguel Pajares, durante más de cinco décadas, ha entregado su vida al servicio de los más débiles en África. Inicialmente estuvo en Ghana y posteriormente en Liberia, en el Hospital San José de Monrovia. Su trabajo es un testimonio de entrega y solidaridad, poniendo en propio riesgo su vida, siempre al servicio de los demás. Atender a su llamamiento de ayuda y salvarle, se convirtió en un imperativo moral.