Nunca había sucedido nada igual en el circuito de Albert Park, en el Gran Premio de Australia.
Este domingo 2 de abril, en los hechos de hoy, se vivió la carrera más alocada en Albert Park, con tres coches de seguridad, tres banderas rojas y cuatro salidas.
Fernando Alonso, a los mandos del bólido de Aston Martin, se subió a su tercer podio consecutivo. Un gran éxito de nuevo para Fernando Alonso y para Aston Martin en el Gran Premio de Australia. Tras dos horas y media de carrera llena de incidentes, se impuso Max Verstappen, que vio la bandera de fin de carrera detrás del coche de seguridad, y delante de un Lewis Hamilton que vuelve a subirse al cajón con un Mercedes que recupera fiabilidad.
A Carlos Sainz le salió la cruz de la moneda en Melbourne, al perder el cuarto puesto y ser relegado al 12.º por una sanción de 5 segundos por tocar a su amigo Fernando Alonso y hacerle trompear en la penúltima vuelta. La FIA (Federación Internacional del Automóvil) fue rigurosa.
La carrera comenzó de forma espectacular. Verstappen perdió el liderato y Leclerc quedó fuera. Hubo dos coches de seguridad y una bandera roja en tan sólo 9 vueltas.
Los dos Mercedes salieron en tromba en una estrategia coordinada frente al Red Bull de Verstappen. Tuvo que ceder su posición privilegiada de la pole como no suele sucederle. Russell le superó en la primera curva por el interior. Y Hamilton lo hizo en la tercera para relegarlo al tercer puesto. Fue la primera señal de una carrera brutal, con los pilotos con el cuchillo entre los dientes, sin tregua de principio a fin.