En la mañana del viernes 18, Mariano Rajoy asistió en el Hospital de las Cinco Llagas, en Sevilla, a la jura del nuevo presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, el gran triunfo político del marianismo, la corriente más próxima a la CDU alemana, el partido democristiano.

Por la tarde, volvió al primer plano de la Convención Nacional del partido, quiso estar en los actos, evitó el feo de no asistir pero rechazó una foto artificial con el expresidente José María Aznar. El Partido Popular tiene hoy dos alas, el marianismo y el aznarismo, y Pablo Casado eligió la segunda.

Mariano Rajoy dejó al costado un discurso formal y optó por un diálogo con Ana Pastor, la presidenta del Congreso de los Diputados, y tercera autoridad del Estado, con una conversaciones de importantes subrayados (fue un formato acertado de intervención:

1. Evitar el sectarismo. "Conviene tener claridad en los principios" como "la unidad de España o la libertad de empresas", destacó. Para a continuación insistir sobre lo que sucede en la escena política de España evitando alusiones directas. "Pero luego hay que estar en la realidad. No es bueno el sectarismo ni son buenos los doctrinarios. En ninguna faceta de la vida, y en la política tampoco", subrayó el expresidente.

2. Mantener las reformas. Destacó, y reconoció, que el Partido Popular "ha tenido dos etapas importantes en la historia de España: 1996 y 2011" (las dos almas del partido, sus actuales dos tendencias.) El expresidente acotó su momento de gestión indicando que al llegar a La Moncloa, "España vivía la mayor crisis económica de su historia y habían desaparecido 3,8 millones de empleos". "Algunos ahora no lo recuerdan, pero fue el Gobierno del Partido Popular el que hizo las reformas, redujo el déficit y recuperó la creación de empleo para España". Fue "difícil" y muchas medidas "no se entendieron", reconoció. Pero dejó claro el camino de futuro de profundizar en las reformas.

3. El foco sobre las proridades. La cohesión de la Unión Europea en la hora del Brexit, la creación de empleo, el Estado del Bienestar, la demografía (apoyo a la natalidad) y la inmigración (la llegada ordena de inmigrantes irregulares), la agenda que destacó.

4. Mantener las fortalezas. "Que el Partido Popular siga siendo "un partido en el que por lo general todos nos respetamos unos a otros; eso es una buena línea de trabajo para el futuro", subrayó. Para destacar finalmente las aportaciones en la construcción del Estado de las Autonomías -que calificó como una de las reformas más importantes "que se han producido en Europa"-.