El Premio Nobel de Química ha sido otorgado este 4 de octubre a los investigadores Moungi Bawendi, Louis Brus y Alexei Ekimov por el descubrimiento y desarrollo de los llamados puntos cuánticos, nanopartículas tan diminutas que su tamaño determina sus propiedades. Estos componentes más pequeños de la nanotecnología ahora difunden su luz desde televisores y lámparas LED, y también pueden guiar a los cirujanos cuando extirpan tejido tumoral, entre otras muchas aplicaciones.
Debido a un problema técnico, los nombres de los ganadores del Premio Nobel de Química de este año ya se conocían antes de ser anunciados. Sus nombres fueron incluidos accidentalmente en un mensaje enviado a los medios suecos varias horas antes del anuncio oficial. El jueves 5 se otorga el Premio Nobel de Literatura y el viernes 6, desde Oslo, el de la Paz, los dos que más expectación despiertan.
Los tres ganadores del Nobel de Química trabajan en Estados Unidos en el descubrimiento y desarrollo de los llamados puntos cuánticos. Moungi Bawendi, Louis Brus y Alexei Ekimov sentaron importantes bases para el campo de la nanotecnología en los años 80 y 90, como anunció el miércoles en Estocolmo la Real Academia Sueca de Ciencias.
Las estructuras, también conocidas como átomos artificiales, son diminutas y tienen propiedades físicas únicas. Son interesantes para su uso en la llamada optoelectrónica, por ejemplo en pantallas, sistemas fotovoltaicos y ordenadores cuánticos.
Una característica especial es que los electrones sólo pueden moverse de forma muy limitada dentro de los puntos cuánticos. Esto hace que muchas propiedades de los puntos cuánticos dependan de su tamaño. Eso convierte a las estructuras en el sistema ideal para explorar los efectos fundamentales de la mecánica cuántica.