La segunda sesión del juicio por el Caso Nóos que sienta en el banquillo de los acusados a la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, entre otros, tuvo como principal protagonista a uno de los arrepentidos, José Luis Pepote Ballester, exdirector general de Deportes del Gobierno Balear.
Pepote Ballester, que era íntimo amigo de los tres hijos del Rey Juan Carlos y la Reina Sofía y de su yerno, implicó al expresidente Jaume Matas, que fue quien le contrató a dedo por sus éxitos como deportista de élite, además de por su buena relación con la Familia Real. No solo se quiso llevar por delante al político, sino también a su examigo, a quien le acusó de aprovecharse de él.
José Luis Ballester aseguró que se sintió utilizado por el que fuera Duque de Palma, que le usó para hacer negocios con el Gobierno Balear y llevarse una fuerte suma de dinero; además, dice que le llamó para reclamarle pagos. Ante estas palabras, la reacción de Iñaki Urdangarin no se ha hecho esperar.
Según informaciones publicadas en OK Diario, el expresidente balear Jaume Matas dio la orden de adjudicar todos los contratos millonarios propuestos por el Instituto Nóos de Iñaki Urdangarin, sin cuestionar en ningún momento su precio. Así también lo aseguró el exdirector general de Deportes del Gobierno balear Pepote Ballester, que fue el primero de los imputados en declarar ante el tribunal.
La Infanta Cristina, que se sentó en su puesto en el banquillo de los acusados, atravesó la puerta preguntando a Iñaki Urdangarin que “este no lo ha hecho muy bien, ¿no?”. La sorpresa vino con la respuesta del cuñado de Felipe VI que dejó poco lugar a dudas. “¡Lo crujo!”, exclamó refiriéndose al exdirector de Deportes del Gobierno balear según publica OK Diario.
La declaración de Pepote Ballester tampoco dejó indiferente a nadie. Confirmó que la relación contractual entre el entonces yerno del Rey Juan Carlos y Matas se inició con una reunión en el Palacio de Marivent, tras un partido de pádel, donde Urdangarin le propuso organizar un foro sobre turismo y deporte, detalló el campeón olímpico de vela, que siente que el marido de la Infanta “utilizó” su amistad para llegar a conseguir contratos con el Gobierno isleño.
“No se dudó en el precio” y “no había discusión ninguna”, respondió reiteradamente Ballester sobre los contratos, que supusieron que Urdangarin se ocupara de la oficina que hizo el seguimiento del patrocinio del equipo ciclista por 300.000 euros y, posteriormente, el Instituto Nóos organizara dos foros sobre deporte y turismo en 2005 y 2006 por unos 2,2 millones.
El presidente autonómico aprobó el patrocinio, que ascendía a 18 millones de euros, y también la oficina, transmitiendo a su entorno la idea de que había que contratar sin cuestionarlo “a Iñaki Urdangarin y todo aquello que viniera de él” insistió. “Nunca se dudó de que había que contratar con Urdangarín ni que había que abonar los 300.000 euros que solicitaba”, recalcó.