El exdirector general de Deportes José Luis Pepote Ballester, el primer arrepentido del caso Nóos, admitió que la Fundación Illesport, que contrató al Instituto Nóos, falseó numerosas actas de su junta de patronos para "vestir" órdenes directas del entonces presidente autonómico Jaume Matas.
Ballester declaró en el juicio del caso Nóos, que se celebra en la Escuela Balear de la Administración Pública de Palma, que la junta de patronos de Illesport, que conformaban responsables de varias consejerías autonómicas, solo se convocó una vez, aunque se redactaron actas de varias reuniones para avalar decisiones personales de Matas en el ámbito deportivo.
"El objetivo era contratar a Urdangarin y todo lo que viniera de él sin discutir el precio. No tengo duda de que la orden venía de Matas", afirmó al mismo tiempo que aseguró que “no se discutían las cosas que decía Matas, ni se movía un duro si no lo ordenaba; no hay más cera que la que arde".
A propuesta de Urdangarin, y por decisión directa de Matas, el Gobierno encargó a Matas la organización de dos foros sobre deporte y turismo en 2005 y 2006 por unos 2,2 millones de euros y en 2004 le asignó por 300.000 euros la gestión de la oficina de seguimiento del patrocinio del equipo ciclista Banesto, que adoptó también el nombre de Illes Balears.
"Nunca se dudó de que había que contratarla con Iñaki Urdangarin" ni que había que abonarle los 300.000 euros que solicitaba, declaró el acusado, que presentó el proyecto del equipo ciclista a buena parte del gabinete de Matas y "todos sabían de parte de quién venía esa propuesta". El presidente autonómico aprobó el patrocinio, que ascendía a 18 millones de euros, y ordenó que el Instituto Balear de Turismo y la fundación pública deportiva Illesport se dividieran el coste de la oficina de seguimiento que gestionaba Nóos.
Ambas entidades asumieron la orden y la ejecutaron, porque sus dirigentes eran conscientes de que había que contratar sin cuestionarlo "a Iñaki Urdangarin y todo aquello que viniera de él", recalcó. A preguntas del fiscal anticorrupción Pedro Horrach, el acusado constató la falsedad de varios documentos y aseguró que el también encausado Gonzalo Bernal, entonces director de Illesport, confeccionaba las actas para "vestir el Santo" a instancias del jefe del Ejecutivo.
"Se llevaban a cabo las directrices que marcaba el presidente del Govern y presidente de la fundación", que le transmitía las órdenes directamente o a través de su jefa de gabinete, Dulce Linares, manifestó.
El medallista olímpico de vela en Atlanta 1996, que fue director general de Deportes entre julio de 2003 y mayo de 2007, fue el primer acusado en declarar ante el tribunal que juzga el caso Nóos, donde están también acusados la Infanta Cristina, su marido Iñaki Urdangarin y otras 15 personas.
El excampeón olímpico relató al tribunal que colaboró para esclarecer los hechos investigados en el caso Nóos y en otras piezas desde que fue detenido en agosto de 2009 y decidió que "lo más lógico y conveniente era colaborar con la Justicia". "Contribuir a que la verdad o lo que para mí era lo que había sucedido, fuera cada vez más claro y poder esclarecer esos hechos", comentó.