Continúa creciendo la tensión en Venezuela a solo unas horas de la multitudinaria manifestación en el país latinoamericano que Nicolás Maduro calificó como "golpe de Estado". En medio de la detención y persecución de algunos opositores, Maduro acusó a la oposición de programar un golpe de Estado y amenazó con mandar a prisión a sus dirigentes si incitan a hechos de violencia este jueves. "El que se meta en el golpe, o llame a la violencia, va preso, caballeros. Chillen, lloren o griten, ¡presos van!", advirtió.
La marcha pasará a la historia como el día en el que los venezolanos salieron masivamente a las calles para exigir la fecha del referéndum y conseguir la revocación del presidente Nicolás Maduro. Se trata de la gran marcha que tendrá lugar en las tres avenidas principales de Caracas, que suman 18,7 kilómetros, y tienen capacidad para más de un millón de manifestantes.
Por ello, Maduro movilizó a alrededor de 15.000 agentes que tomarán las calles. La oposición prevé que el gobierno cierre Caracas por norte, sur, este y oeste para impedir que lleguen ciudadanos de otros puntos del país para sumarse a la protesta. Además, el ministerio del Interior anunció la suspensión de todos los vuelos de la aviación privada, no comercial, y la prohibición del uso de drones hasta el 5 de septiembre.
Ante esta presión, uno de los rostros más conocidos de la oposición venezolana y de la defensa de los derechos humanos en el país, Lilian Tintori solicitó a la ONU que envíe observadores internacionales. Asimismo, en las redes sociales animó a los venezolanos a salir a las calles. "Estamos llenos de fuerza y ánimo para ir mañana a la gran toma de Caracas. No tengan miedo, Dios está con nosotros", escribió.
Cabe recordar que tanto el gobierno como la oposición se acusaron en los últimos días de buscar desatar la violencia. Desde la fuerte censura gubernamental, las referencias a los sucesos violentos de 2002 contra el presidente Hugo Chávez se multiplican.