El jefe de la oposición y presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, avisó a Pedro Sánchez en el Senado que le tendrá enfrente con la regularización de los okupas. “No les dé más motivos para que añoren cuatro años más de su Gobierno”. “Si quiere ser la esperanza de ese modo de vida allá usted. Yo no, y me tendrá enfrente”.

Reprochó a Sánchez su nueva promesa de construcción de pisos cuando “las competencias son de las comunidades autónomas y el suelo de los ayuntamientos”.

Consideró que la reforma más urgente, importante y de calado a la que debe hacer frente nuestro país es derogar el sanchismo, “sus políticas y su forma de hacer política”. “Nuestro país abrirá un tiempo nuevo con un Gobierno mejor”.

• Critica que Sánchez no haya “tenido la grandeza de pedir perdón” por la Ley del sí es sí, lo ha hecho con la boca pequeña, “y ni siquiera ha tenido la valentía de votar la reforma”.

“A usted le avergüenza corregir los desmanes de su Gobierno, a mí me avergonzaría cometerlos; a usted le avergüenza que el PP haya solucionado su peor equivocación, a mí me enorgullece ser útil a mi país”, sentenció

Afirmó que él sí votará mañana en el Senado la reforma de la Ley del sólo sí es sí “para aliviar en lo posible el dolor que ha generado en las víctimas”. “Yo sí defenderé que se den más garantías a las mujeres y que no sea más barata la pena de pederastas y violadores”.

“De nada Señor Sánchez, no me dé las gracias, lo hago por las mujeres, no avergonzado y por las elecciones como usted”, señaló.

Criticó las declaraciones de las ministras que afirman que desde mañana se vivirá un calvario para demostrar una agresión sexual y le exige que las desmienta y que, a continuación, “alguien asuma la responsabilidad”. “O cesa a alguien de una vez o se va usted”.

Ironizó sobre la promesa de Sánchez de no gobernar la próxima legislatura con Bildu, “bajo ningún concepto”, ni negociar un referéndum con ERC. “Le ha faltado decir que no dormiría tranquilo. No se preocupe, todos los españoles lo hemos entendido”.

Denunció la división del Gobierno, “que ya está roto” y afirmó que le avergonzaría presidir un Ejecutivo “sin liderarlo” y ser un presidente “secuestrado por el independentismo y el populismo”. “Me avergonzaría tener un Gobierno como el suyo”, destacó.

“Su Gobierno está roto, cuenta con más de 20 siglas, se insultan en prime time y no son capaces de pactar los principales asuntos de Estado, y no pasa nada, ni los ministros tienen la dignidad de dimitir, ni usted tiene la autoridad para cesar a nadie”, le espetó.

Le recordó que es el primer presidente de la historia que no se presenta a unas elecciones para ganar, porque ya ha aceptado su derrota y solo le queda darse cuenta de que tampoco va a sumar, “ni con el tercero, el cuarto, ni con todas las minorías”.

Denunció que ha terminado con la paciencia de los españoles después de sumar tantos despropósitos, con 42 subidas de impuestos, engañarles con una reforma de las pensiones o disparar la deuda por encima del billón y medio de euros. “Los españoles es impacientes por el cambio”, recalcó.

Reclamó a Sánchez que responda después de haber evitado hacerlo durante ocho veces en el Congreso la semana pasada, si es verdad que ha cambiado la política del Sahara por razones personales y si ha destituido a González Laya por la exigencia de Marruecos.

Denunció que durante los cinco años que lleva Sánchez no se haya preocupado del agua y “ahora, nuevo eslogan, nuevos enemigos y alimentando otra vez la división”.

“No señale culpables, no alimente la división, y no siga sin tomárselo en serio con el nivel de sequía que hay”. “La primera razón de esta sequía es el cambio climático, la segunda su desidia”, destacó.

Garantizó que el derecho al agua de todos los españoles será una prioridad en su gobierno, propone una red estratégica y una Autoridad Nacional del agua, y buscará un pacto nacional con las comunidades, que ponga todos los recursos para paliar el déficit inversor de este Gobierno.

Reprochó finalmente a Sánchez que desde que empezó la guerra de Ucrania lleva más de 400 días ocultando información a los españoles sobre la participación de España.