La economía sigue siendo el tema principal de los candidatos que luchan por convertirse en presidentes del Gobierno a partir del 20 de diciembre. Quizá por ello Mariano Rajoy, se mostró convencido de que el tipo máximo del IRPF debería estar por debajo del 43% que defiende Ciudadanos y se comprometió a seguir bajando los impuestos directos si sigue gobernando y la recaudación lo permite.
Así lo señaló Rajoy en un foro organizado por El Mundo, donde también dijo que si pudiera lo rebajaría “mucho más” que lo que defiende la formación liderada por Albert Rivera, aunque estas decisiones dependen siempre de la situación económica. “Proponer es muy fácil”, recalcó al mismo tiempo que recordó que al llegar al poder tuvo que subir el IRPF a todos españoles, en contra de lo que él mismo pensaba, lo que pensaba su Gobierno y lo que había dicho el Partido Popular durante la campaña.
“Lo hicimos por responsabilidad, porque no había otra alternativa”, subrayó además de reiterar que años después, cuando la situación mejoró, plantearon una bajada del impuesto en dos años, que al final concentraron en 2015 gracias al buen ritmo de la recaudación.
Del mismo modo, Rajoy defendió también la ganancia de credibilidad que ha conseguido España con las reformas y la reducción del déficit público, que han permitido que vuelva la inversión extranjera a España. "Hacer buenas políticas y coger el toro por los cuernos es bueno y positivo", resaltó.
Al ser preguntado por si estuvo obsesionado por la economía lo que le obligó a dejar de lado la política, el jefe del Ejecutivo reconoció que “es cierto” y que no solo eso, sino que actualmente también está “absolutamente obsesionado” con la economía. "Si no fuera así sería un irresponsable de primera categoría", recalcó.
"La economía es la vida de la gente. ¿Cómo no iba a estar obsesionado si estuvimos a punto de estar como Grecia?", comunicó. A un mes y medio de las elecciones generales, el presidente del Gobierno anunció que su objetivo no es sólo crear 500.000 empleos al año para llegar a 20 millones de afiliados, sino hacerlo "creciendo al 3% todos los años".
Rajoy negó que vaya a asumir el control de los planes de liquidez a Cataluña, para agregar que su hoja de ruta contra el desafío soberanista es "hacer todo lo legal, todo lo que esté dentro de la ley".
Si el Parlamento catalán aprueba la resolución de inicio del procedimiento independentista, el Gobierno "recurrirá al Tribunal Constitucional al día siguiente, o a los dos días", porque el Ejecutivo "nunca ha abdicado de sus funciones", en opinión de Rajoy, que apeló a "la prudencia y la proporcionalidad", porque "adelantar acontecimientos no sirve absolutamente para nada".