La libra sufre ante las grandes incógnitas en el Reino Unido con dos escenarios que crean zozobra, fuerte polémica y desconcierto entre los analistas:

– Una coalición liderada por los laboristas no sería positiva para las empresas y crearía inestabilidad en la Bolsa y la libra esterlina.

– Una coalición liderada por los conservadores provocaría incertidumbre ante un posible referéndum sobre el futuro de Reino Unido en la Unión Europea.

Entre los mejores escenarios, la opción ideal sería la de la continuidad de la alianza de conservadores y liberal-demócratas con su plan de reducir el déficit sin subir impuestos. Los liberales contribuirían a moderar las pasiones en torno al referéndum sobre la permanencia en la Unión Europea prometido por el primer ministro David Cameron para 2017.

Sin embargo el previsible castigo a los liberales de Nick Clegg hará difícil ese escenario. El Partido Nacionalista Escocés (SNP) podría ser el partido bisagra de la Cámara de los Comunes. Nicola Sturgeon, líder de la formación independentista, ha avanzado el rechazo a negociar con David Cameron y sólo pactará con los laboristas de Ed Miliband.

En las posibilidades que más inquietan, la necesidad de una alianza inédita, de tre o cuatro formaciones para levantar una mayoría. Las dudas y las incertidumbre pusieron las casas de apuestas al rojo vivo y amenazaron de forma sombría a la libra esterlina.

Es un escenario a tres días de las elecciones de empate técnico entre los dos grandes partidos del Reino Unido.  En la teoría de los espejos -y apuntando a los debates que hay en España-  David Cameron, el actual primer ministro, contaba con ventaja ante la buena situación económica.

Reino Unido es el país que más crece de Europa (fuera de la zona de la moneda única, se han creado dos millones de puestos de trabajo y el nivel de empleo está en máximos históricos. Sin embargo, la macroeconomía no está siendo el factor definitivo para convencer a los británicos de que el Partido Conservador merece otro mandato. Ed Miliband se ha convertido en un poderoso rival.

Es la prueba electoral más incierta desde 1974 con Partido Conservador de David Cameron igualado con Partido Laborista de Ed Miliband. Los dos están lejos de la mayoría absoluta por la irrupción del Partido Nacionalista Escocés (SNP), el Partido por la Independencia de Reino Unido (UKIP) y los Verdes. Ni siquiera el apoyo del Partido Liberal-Demócrata puede garantizar la mayoría a alguno de los dos grandes partidos por el voto de castigo previsible a Nick Clegg por su alianza con David Cameron.

Se va a entrar en escenarios desconocidos para los británicos acostumbrados a mayorías muy sólidas, una situación que ha vivido una excepción con la coalición de 2010. En los respaldos, a destacar los de Financial Times y The Economist pidiendo el voto para los conservadores. El diario The Sun, el más leído en Reino Unido, también ha cerrado filas con David Cameron.

El misterio de la quinta bisnieta

En este convulso escenario, una semana después de la fecha prevista, nació la segunda hija del príncipe Guillermo de Inglaterra y de su mujer, Kate, los duques de Cambridge. Cuarta en la línea de sucesión al trono, pesó 3,7 kilos.

Lo curioso del día -como contó Hechos de Hoy– fue la rapidez con la que sucedió todo; la duquesa de Cambridge estuvo apenas 11 horas en el hospital. Con una larga tradición, el hospital público St. Mary es el mismo lugar donde nacieron el príncipe Guillermo y su hermano, Enrique, así como su madre, Diana Spencer.

El gran misterio ha sido el nombre de la princesa, quinta bisnieta de la reina Isabel II. La recién nacida sigue en la línea de sucesión al trono a su abuelo Carlos; su padre, Guillermo, y a su pequeño hermano, Jorge.

La mayoría de las apuestas registradas en las últimas semanas apuntaban a que el bebe sería una niña, pese a la aparente falta de pruebas que respaldasen la teoría. Los nombres más señalados en las apuestas eran de niñas, con Alicia y Charlotte como favoritos, seguidos de Elizabeth, Victoria y Diana. Todos esos nombres tenían una estrecha relación con la tradición real. Finalmente, los nombres que se le impondrán a la niña el día de su bautizo serán Charlotte Elizabeth Diana, princesa de Cambridge.

El príncipe Carlos indicó en dos ocasiones que le gustaría tener una nieta, lo que llevó a algunos a especular con que hubiese tenido información sobre el tema. La corona británica no ha tenido una princesa en un puesto tan alto de la línea de sucesión desde la princesa Ana, la segunda hija de la reina, nacida en 1950.