Spinning wheels, uno de los grandes éxitos del grupo. (Foto: EF)
EL FOGONERO
La flauta de Blood, Sweat & Tears sigue sonando dentro de mi cabeza
A 2.000 kilómetros de Nueva York, debajo del tanque de agua de una escuela en los campos de tabaco de Manicaragua, las flautas, las trompetas y el fliscorno cambiaron para siempre mi gusto musical.
En 1967, justo en el año que nací, el pianista y organista Al Kooper, después de grabar con Bob Dylan, Jimi Hendrix y los Rolling Stones, armó una banda en Nueva York. Para el nombre eligió el título de una canción de Johnny Cash, quien a su vez se refería a una célebre frase de Winston Churchill.
—Oigan a este grupo —nos propuso Pepillo—, se llama Sangre, Sudor y Lágrimas.
No recuerdo el nombre de Pepillo, le llamábamos así porque tenía montones de libretas donde anotaba nombres de roqueros y sus discografías, letras de canciones y extensísimas listas de hit parades.
Era el comienzo de los años ochenta y estábamos a 2.000 kilómetros de Nueva York, debajo del tanque de agua de una escuela en los campos de tabaco de Manicaragua. Las flautas, las trompetas y el fliscorno que oí en la bocina de aquella radiocasetera cambiaron para siempre mi gusto musical.
Tres años después, en los primeros días de clases en la Escuela Nacional de Arte de Cubanacán, armaron un escenario para que Silvio Rodríguez nos presentara los resultados de un proyecto que acababa de comenzar con el grupo Afrocuba. El concierto empezó por la flauta de Oriente López seguida por las trompetas.
—Oye —le dije al que tenía al lado—, eso suena como Sangre, Sudor y Lágrimas.
—Tú sabes de música, asere —me respondió Alexis Díaz de Villegas. Ese breve diálogo fue el santo y seña de nuestra amistad, pues pocos días después ya éramos inseparables.
Eso le impidió hacerme cualquier tipo de reclamación cuando se dio cuenta de que yo no sabía tanto de música como él había supuesto al principio. Por eso se esforzó en profundizar mis conocimientos del rock de los 60 y los 70. Un amigo suyo, que estudiaba cerca, me pasó unas libretas muy parecidas a las de Pepillo.
Es muy duro hacer reposo absoluto por un mes y medio. Desde que me fracturé el peroné, mis días son interminables. Eso me ha obligado a leer, releer y oír más música que nunca, porque me cuesta mucho trabajo escribir. Así fue como volví a los discos de Blood, Sweat & Tears. Sobre todo al de 1968, que fue el que oí debajo del tanque de agua de la escuela de Manicaragua.
El tiempo pasó sin que me diera cuenta. Hacer un viaje tan largo me dejó exhausto y feliz. Ya Diana dormía a mi lado. Por eso me limité a apagar la lámpara de noche y regresar al silencio de la noche, consciente de que estaba a solo 8 horas de distancia de otro día interminable.
La flauta de Blood, Sweat & Tears siguió sonando dentro de mi cabeza por un rato.
Las cookies de este sitio web se usan para personalizar el contenido y los anuncios, ofrecer funciones de redes sociales y analizar el tráfico.
Además, compartimos información sobre el uso que haga del sitio web con nuestros partners de redes sociales, publicidad y análisis web, quienes pueden combinarla con otra información que les haya proporcionado o que hayan recopilado a partir del uso que haya hecho de sus servicios.
Usted acepta nuestras cookies si continúa utilizando nuestro sitio web.
Las cookies son pequeños archivos de texto que las páginas web pueden utilizar para hacer más eficiente la experiencia del usuario.
La ley afirma que podemos almacenar cookies en su dispositivo si son estrictamente necesarias para el funcionamiento de esta página. Para todos los demás tipos de cookies necesitamos su permiso.
Esta página utiliza tipos diferentes de cookies. Algunas cookies son colocadas por servicios de terceros que aparecen en nuestras páginas.
En cualquier momento puede cambiar o retirar su consentimiento desde la Declaración de cookies en nuestro sitio web.
Obtenga más información sobre quiénes somos, cómo puede contactarnos y cómo procesamos los datos personales en nuestra Política de privacidad.
Su consentimiento se aplica a los siguientes dominios: https://hechosdehoy.com/
Las cookies necesarias ayudan a hacer una página web utilizable activando funciones básicas como la navegación en la página y el acceso a áreas seguras de la página web. La página web no puede funcionar adecuadamente sin estas cookies.
Nombre
Proveedor
Propósito
Caducidad
Tipo
PHPSESSID
https://hechosdehoy.com/
Esta cookies es esencial para el funcionamiento de la web.
Sesión
HTTP
wordpress_logged_in
https://hechosdehoy.com/
Cookie de sesión de usuario al identificarse
Sesión
HTTP
wordpress_sec_
https://hechosdehoy.com/
Cookie técnica de inicio de sesión
Sesión
HTTP
wordpress_test_cookie
https://hechosdehoy.com/
Comprueba si están activadas las cookies
Sesión
HTTP
wp-settings-time-1, wp-settings-1
https://hechosdehoy.com/
Personalizar la interfaz de usuario.
1 año
HTTP
cookies
https://hechosdehoy.com/
Almacena el estado de consentimiento de cookies del usuario para el dominio actual.
1 año
HTTP
cookies-preferencias
https://hechosdehoy.com/
Almacena el estado de consentimiento de cookies de preferencias
1 año
HTTP
cookies-estadisticas
https://hechosdehoy.com/
Almacena el estado de consentimiento de cookies de estadísticas
1 año
HTTP
cookies-marketing
https://hechosdehoy.com/
Almacena el estado de consentimiento de cookies de marketing
1 año
HTTP
cookies-no-clasificadas
https://hechosdehoy.com/
Almacena el estado de consentimiento de cookies no clasificadas
Las cookies estadísticas ayudan a los propietarios de páginas web a comprender cómo interactúan los visitantes con las páginas web reuniendo y proporcionando información de forma anónima.
Nombre
Proveedor
Propósito
Caducidad
Tipo
_ga
google-analytics.com
Registra una identificación única que se utiliza para generar datos estadísticos acerca de cómo utiliza el visitante el sitio web.
2 años
HTTP
_gid
google-analytics.com
Registra una identificación única que se utiliza para generar datos estadísticos acerca de cómo utiliza el visitante el sitio web.
1 día
HTTP
_gat
google-analytics.com
Utilizado por Google Analytics para controlar la tasa de peticiones