Al margen los formatos oficiales de la OTAN y la Unión
Un pleno acierto de António Costa, Ursula von der Leyen (VDL) y Kaja Kallas de dejar al costado la Unión Europea. Y sobre todo una OTAN rota tras haber vivido su mayor fortaleza con José Biden.
Costa, VDL y Kallas se acoplaron, sin protagonismos al éxito del G-8 europeo fundado por Macrón así como al conjunto de movimientos, ejes y alianzas surgidos en defensa de los valores europeos, que son los cristianos, y de la solidaridad incondicional con Ucrania.
A la cumbre del G-8, sucedió después la videocumbre de París para debatir sobre cómo responder al nuevo orden mundial de Trump y las implicaciones del pacto de Estados Unidos con Rusia dejando fuera a Ucrania y a Europa.
A las primeras ideas del G-8 europeo (integrado por los líderes de Francia, Reino Unido, Polonia, Alemania, Italia, España, los Países Bajos y Dinamarca, además de los líderes de OTAN, Comisión Europea y Consejo Europeo) se han sumado 19 naciones, entre ellas Canadá. También asistieron países no pertenecientes a la Unión como Noruega e Islandia.
“Este grupo (el G-8 europeo) tiene una dimensión ideológica después de Munich”, apuntó Luuk van Middelaar, director fundador del Instituto de Geopolítica de Bruselas. “El hecho de que estemos hablando en este formato una semana después de la llamada telefónica entre Trump y Putin es una señal de lo rápido que están cambiando las cosas en el mundo”.
Estados Unidos , Hungría y Eslovaquia (países alineados con Rusia) ni tampoco Turquía, miembro de la OTAN, forman parte de estas conversaciones. “Los políticos en tiempos de crisis hablamos en todo tipo de configuraciones, entre amigos y aliados, y eso es bueno”, señaló el ministro de Asuntos Exteriores polaco, Radosław Sikorski. Van Middelaar indicó que el G-8 de París debería compararse con una “unidad de respuesta a las crisis.
“Cuando se desata una crisis, siempre se crean círculos internos formales o informales. En situaciones como ésta, hay que equilibrar el deseo de inclusión con la necesidad de actuar con rapidez. No se tomarán decisiones formales en estos formatos, pero se estará preparado”.
Atención al acierto del grupo de París, el formato “Weimar” (de París, Berlín y Varsovia), el formato nórdico-báltico, y el formato Coreper (a nivel de embjadores) para debatir el envío de armas a Ucrania y el refuerzo de la defensa.
Cumbre en Kiev con Zelenski
Los líderes de la Unión Europea y del mundo en Kiev este lunes 24 para apoyar al presidente Zelenski y debatir sobre garantías de seguridad.
Pedro Sánchez; el presidente del Consejo Europeo, António Costa; y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en Kiev. Los líderes de Lituania, Letonia, Malta y Canadá se unen en persona o virtualmente en una muestra unificada de apoyo. La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, también participa.
La reunión se produce después del anuncio del Colegio de Comisarios de la Unión de viajar en bloque a Kiev.
Posible asistencia de enviados de Croacia, Dinamarca, Noruega, Finlandia, Polonia, Estonia, Suecia, Bélgica, Irlanda, los Países Bajos y Alemania. La República Checa dijo que no enviaría a ningún líder.
Giro histórico de Friedrich Merz
En lo que supone un enorme cambio de posición, el gran favorito para ser el próximo líder de Alemania dijo que el continente debe encontrar nuevas formas de defenderse sin que el ejército estadounidense respalde su protección nuclear a través de la OTAN.
Friedrich Merz anunció que Alemania tendría que buscar más allá de Estados Unidos, en Gran Bretaña y Francia, para obtener salvaguardias nucleares. Con Trump, dijo, ya no se puede confiar en Estados Unidos.