Digno de la mejor trama negra. José López fue secretario de Obras Públicas durante los doce años de gobierno del kirchnerismo, de Néstor Kirchner primero y luego de su esposa, Cristina Fernández de Krichner. Actuó además como el colaborador más estrecho del exministro de Planificación, Julio De Vido. Era quien tenía el control directo de todas las obras públicas del kirchnerismo.
Todo sucedió de madrugada en el Monasterio Nuestra Señora de Fátima, en las afueras de Buenos Aires. José López detuvo su automóvil junto a la valla. Allí, de forma insólita, arrojó siete bolsos con dinero y joyas. Ver en plena noche a un hombre lanzando maletas por encima de la tapia del monasterio alarmó. Una persona llamó a la Policía. El escándalo acababa de empezar.
Es un drástico cambio de escenario en Buenos Aires. Por no decir un golpe demoledor contra el kirchnerismo. La detención de José López, exsecretario de Obras Públicas, en circunstancias propias del guión cinematográfico más audaz, supone un aldabonazo en toda regla, y unas imágenes que van a movilizar a los jueces que están investigando diversas causas sobre el dinero K y sus diferentes protagonistas.
Julio de Vido fue estrecho colaborador de Néstor Kirchner. Su número dos, José López, gozó en cambio de la plena confianza de Cristina Kirchner. La conexión entre De Vido, Cristina y López era muy estrecha con diferentes matices. Formaban una cúpula de poder en el control del dinero negro, la trama de corrupción política sobre la que se acumulan las pruebas.
Muy posiblemente el estallido del caso López marque el final en Argentina del kirchnerismo como fuerza política.
El funcionario José López superó todos los registros de corrupción, prepotencia y avaricia. Retrató la imagen de toda una época de comisiones en contratos de obras públicas, dinero negro que circuló de forma fulgurante, y quebraderos de cabeza para blanquearlo.
La Policía de Buenos Aires divulgó las imágenes del tesoro del convento. José López intentó enterrar entre 9 y 10 millones de dólares, junto a relojes valiosos, e incluso armas, en el jardín de un monasterio bajo la dirección de una monja de 94 años. Para la Iglesia (léase también Francisco), es una situación delicada la presencia de José López en este monasterio así como los encuentros en este escenario de exfuncionarios kirchneristas.
La detención de José López se sumó a las mansiones suntuosas de Lázaro Báez en la Patagonia y los vídeos de la manera de contar dólares en La Rosadita. Es el lado oscuro de la crónica de la clase política que gobernó Argentina y dejó la herencia de un país con el 30% de la población bajo el umbral de la pobreza.
El escándalo trascendió al país. Tuvo un impacto mundial. Policías y jueces están ya movilizados. Quedaron las secuencias, demoledoras, del exsecretario de Obras Públicas tratando de escoder su tesoro de dinero negro en un monasterio de monjas ancianas.
– Ver en Hechos de Hoy, Saber esperar por los 12 segundos de oscuridad.