Pesar del Rey Felipe VI y de la Reina Letizia al conocer el fallecimiento de Juan Brines, el último Premio Cervantes.
Recientemente el Rey y la Reina se trasladaron a la localidad valenciana de Oliva, para entregarle personalmente el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes 2020, y agradecer y reconocer la trascedencia de su obra.
El Rey y la Reina recibieron el saludo del escritor y de su sobrina Mariona, en su domicilio, en lo que fue un encuentro entrañable que emocionó vivamente a Francisco Brines. El escritor no pudo recoger el galardón debido a su delicado estado de salud y los Reyes quisieron viajar a Oliva para entregárselo y rendir homenaje a su figura.
El jurado le otorgó el premio por "su obra poética que va de lo carnal y lo puramente humano a lo metafísico, lo espiritual, hacia una aspiración de belleza e inmortalidad. Es el poeta intimista de la generación del 50 que más ha ahondado en la experiencia del ser humano individual frente a la memoria, el paso del tiempo y la exaltación vital". "Francisco Brines es uno de los maestros de la poesía española actual y su magisterio es reconocido por todas las generaciones que le suceden", subrayó el jurado.
Francisco Brines falleció a los 89 años en el hospital de Gandía. Permanecía ingresado desde hacía unas semanas tras haber sido operado de urgencia de una hernia.
La editorial Tusquets confirmó a Televsisión Española (TVE, RTVE) la triste noticia de la muerte del escritor valenciano. Explicó ue trasladado al hospital un día después de que los Reyes le entregaran el Premio Cervantes 2020 en su hogar en la finca familiar Elca, en Oliva (Valencia). Es el bellísimo lugar lugar que ha inspirado muchos de sus poemas.
Además de ser uno de los pocos poetas supervivientes de la Generación de los 50, atesora también el Premio Nacional de Literatura, el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el Premio nternacional de Poesía Federico García Lorca y el Premio Nacional de la Crítica.
Pertenecía a la ilustre generación del 50, de la que formaron parte, entre otros, Claudio Rodríguez, Ángel González, José Agustín Goytisolo, Jaime Gil de Biedma y José Ángel Valente.
Ocupaba el sillón X en la Real Academia Española desde 2006, Doctor honoris causa por la Universidad Politécnica de Valencia. Fue lector de Literatura Española en la Universidad de Cambridge y profesor de español en la Universidad de Oxford.
"Somos poetas porque una vez fuimos lectores", el énfasis que hizo siempre Juan Brines marcado por sus lecturas de Juan Ramón Jiménez y Luis Cernuda.
Los veranos de la infancia de Francisco Brines fueron en la finca Elca. Fue allí conde recibió la noticia de haber sido galardonado con el Premio Cervantes 2020. En un entorno rodeado de naranjos, donde vive su retiro y ha contemplado el mundo físico, su mundo interior y ha escrito la mayoría de sus poemas. Desde estos huertos, se va el mar.
Cuando se anunció el galardón literario, su primer recuerdo fue para su madre y su padre. Ellos respetaron su deseo de ser poeta desde el primer día. "Una opción que se ha convertido en una vocación y en el motivo por el cual siempre ha girado su vida, tanto de forma personal como sus amistades", explicó a RNE Valencia la poeta y presidenta de la Fundación Francisco Brines, Àngels Gregori.
A pesar de que su primer poemario, Las Brasas, viera la luz cuando tenía casi 30 años y que fuera premiado por el Premio Adonais en 1959, se inició mucho antes:. "Muy secretamente, como es natural, a los 15 o 16 años. Lo que yo encontré en la escritura de los poemas estaba ya muy claro para mí, entonces. La poesía como revelación, como testimonio. En este libro además lo que hay es también una visión de la vida en su acabamiento, cosa un poco paradójica, puesto que mi edad era joven, pero había como un tránsito de vida pasado por la poesía", le contaba a José Hierro.
La lectura de Rubén Darío fue el primer poeta “importante” que leyó y que le “fascina”. Precisamente, su vocación surgió con “la lectura de los autores”. “Un poeta más íntimo, quizás distinto, más adecuado para la adolescencia o para una adolescencia lindando con la infancia que es Bécquer, pero el poeta que educa mi sensibilidad y que leo y releo una y otra vez es Juan Ramón Jiménez. Es el poeta que me muestra la poesía con mayúsculas y que me propone una posición ante ella que ya va a ser la que será para siempre”.
En el ámbito de la prosa, destacaba la influencia de Gabriel Miró por su “paisanaje”. “Más tarde Luis Cernuda, el poeta que me enseña a cómo insertar la vida en la poesía”.
"La vida es un don a mi modo de ver y de sentir. Ese don cuando tejemos la niñez que es cuando tenemos naturaleza divina, porque nos creemos inmortales y somos inocentes. Cuando perdemos eso, sabemos que ingresamos en la temporalidad y en la decadencia en el sentido de despedida. Despedimos primero esa naturaleza, despedimos el entusiasmo juvenil y así vamos transformándonos", le contó a Juan Carlos Soriano y Javier Lostalé.
Francisco Brines fue elegido para ingresar en la Real Academia Española el 19 de abril de 2001. Su toma de posesión se retrasó cinco años por problemas de salud- Finalmente se produjo el 21 de mayo de 2006. Ocupa el sillón de la letra X mayúscula que dejó vacante el dramaturgo Buero Vallejo. Su discurso se tituló Unidad y cercanía personal en la poesía de Luis Cernuda y fue respondido por el escritor Francisco Nieva.
Unos días antes de su incorporación explicaba para El ojo crítico que ni Juan Ramón Jiménez ni Cernuda tuvieron “la ocasión de ingresar en la academia y, de alguna manera, van de mi mano. Yo me considero discípulo de ambos”.