Franco Battiato, cantautor y maestro de la música italiana, además de director de cine, que supo unir el pop con la música culta, ha fallecido este martes por la mañana a los 76 años en su castillo de Milo, Sicilia. Llevaba algún tiempo enfermo, luchando contra el Alzheimer. Tras la fractura de fémur y pelvis había reaparecido en las redes sociales aunque no en público. En agosto de 2019 lanzó su último álbum, Volveremos de nuevo.
La familia ha anunciado que será enterrado en la más estricta intimidad.
Battiato nació en Riposto (antes Jonia) el 23 de marzo de 1945. Siempre fue un cantante difícil de encasillar en algún género musical. Abarcó desde el pop hasta la música culta, pasando por el rock, la música étnica, electrónica e incluso ópera. Fue un auténtico icono de la cultura de vanguardia que siempre lograba sorprender y al que no se le podía etiquetar.
Comenzó cantando versiones de canciones pop, grabando en sus primeros años È l’amore. Sus mayores éxitos, que le hicieron también muy popular y querido en España, fueron Centro de gravedad permanente (1981), Voglio vederti danzare (1982) o La estación de los amores.
En 1981 ganó el Festival de San Remo como autor con Por Elisa.
Tocó todos los palos, desde la pintura, el cine, composición de la banda sonora de la película Una vita niche (1990), e incluso, en los últimos años había colaborado con el filósofo Manlio Sgalambro.
Hace años, Battiato se retiró a su castillo en Milo, Sicilia, para luchar contra el Alzheimer, según informó este martes en un tuit Antonio Spadaro, director de Civiltà Cattolica. “Y te curarás de todas las enfermedades porque eres un ser especial Y yo te cuidaré. Adiós Franco Battiato”, tuiteó citando la canción La cura.
