Si hubo dos protagonistas en el tercer debate republicano celebrado la pasada madrugada en Boulder (Colorado) esos fueron los medios de comunicación y el intervencionismo del Gobierno, temas que sirvieron una vez más para multiplicar los encontronazos entre los candidatos.
Jeb Bush volvió a desaprovechar la oportunidad de dar un impulso a su campaña, que continúa cayendo en picado n las encuestas. El candidato estuvo soso y fue incapaz de aguantarle el tipo a quien fuera su protegido en Florida, Marco Rubio, la figura más destacada de la noche. Carly Fiorina demostró ser una seria competidora, mientras que Donald Trump y Ben Carson, los que lideran las encuestas se quedaron en un segundo plano.
Organizado por la cadena de información financiera CNBC, el debate estuvo casi exclusivamente centrado en la economía. Se habló mucho de impuestos, de empleo, de las pensiones y de los medios. Casi todos los candidatos protestaron por las preguntas de los moderadores, que buscaron a menudo arrinconar a los candidatos y empujarlos a la confrontación.
"La CNBC debería estar avergonzada de cómo manejó el debate", tuiteó después el presidente del Partido Republicano, Reince Priebus. "Las cuestiones preguntadas en este debate ilustran porqué los estadounidenses no confían en los medios. Esto no es una jaula de lucha", dijo el senador Ted Cruz.
En la campaña republicana fueron los candidatos sin bagaje político y perfil pintorescos los que han mandado hasta la fecha. Trump, Carson y, en menor medida, Fiorina, la triunfadora del segundo debate. fue Rubio quien realmente presentó sus credenciales al intercalar de forma convincente su historia personal al paso en varios de los aprietos.
“De 44 años e hijo de cubanos, Rubio es un tipo impaciente, al que no le interesa nada el cargo de senador, como le pasó en su día a Obama. Quiere la presidencia o la puerta, y eso ha hecho que se haya ausentado del 14% de los votos que ha emitido el Senado desde que asumió el cargo”, explicaron los rostros más cercanos a Rubio.
"Cuando te comprometiste era para un mandato de seis años -le espetó Bush-. Puedes hacer campaña o simplemente dimitir y dejar que otro haga tu trabajo". "¿Sabes cuántos votos se perdió John McCain cuando estaba llevando a cabo ese regreso imponente en el que te estás inspirando?", le contestó a su mentor. "Alguien te ha convencido de que atacarme te va a ayudar". Estas palabras lograron arrancar los aplausos de los allí presentes.
La deuda o el tamaño del Gobierno también estuvieron sobre la mesa. Kasichfue el único que se atrevió a cuestionar la viabilidad de las propuestas de sus rivales. Disparó contra los "planes fiscales fantasiosos" y le pidió al electorado que se lo piense dos veces antes de elegir a alguien talla ni experiencia para estar a la altura. "Amigos, tenemos que despertar".
– Ver en Hechos de Hoy: El fenómeno Carson derrota por primera vez en sondeos a Donald Trump