Feroces combates en todo Sudán han arruinado las esperanzas de una transición pacífica a un gobierno civil. En el centro de los enfrentamientos, una lucga sin tregua entre dos generales. El líder militar de Sudán, Abdel Fattah al-Burhan, y el comandante de las tropas paramilitares, las denominadas Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), Mohamed Hamdan Dagalo.
Hn pasado de aliados a enemigos. Se unieron para derrocar al presidente Omar al-Bashir en 2019. Y ambos tuvieron un papel fundamental en el golpe militar de 2021.
Sin embargo, surgieron tensiones durante las negociaciones para integrar a las RSF en las Fuerzas Armadas como parte de los planes para restaurar el gobierno civil. Ha sido el detonante de lo que ahora aparece como una guerra despiadada de jefes.
Para analistas hay dos cuestiones inquietantes:
— Primera hipótesis de esperanza ¿Quién estaría subordinado a quién bajo la nueva estructura militar?.
— Segunda hipótesis de destrucción y muerte. La pugna personal y los combates estarían avivado un escenario de lucha total por el control del país. El peor escenario que se está dibujando es el de una guerra sin espacio para la mediación, en una lucha a muete entre quienes fueron en eñ pasado estrechos aliados.
Es difícil subestimar lo sísmico que fue el derrocamiento de Bashir. Había dirigido el país durante casi tres décadas cuando las protestas populares que comenzaron por el aumento de los precios del pan lo derrocaron del poder.
Durante su gobierno, Sudán del Sur se separó del norte, mientras que la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto por crímenes de guerra de Bashir en Darfur, una región occidental separatista.
Después del derrocamiento de Bashir, Sudán fue gobernado por una alianza compleja entre grupos militares y civiles. Todo terminó en 2021, cuando las Fuerzas Armadas disolvieron el gobierno de poder compartido.
Las Fuerzas de Apoyo Rápido son el grupo paramilitar principal en Sudán, cuyo líder, Dagalo, ha disfrutado de un rápido ascenso al poder. Durante el conflicto de Darfur en Sudán a principios de la década de 2000, fue el líder de las fuerzas Janjaweed de Sudán , implicadas en violaciones de derechos humanos y atrocidades.
Una protesta internacional hizo que Bashir formalizara el grupo en fuerzas paramilitares conocidas como Unidades de Inteligencia Fronteriza. En 2007, sus tropas pasaron a formar parte de los servicios de inteligencia del país y, en 2013, Bashir creó las RSF, un grupo paramilitar supervisado por él y dirigido por Dagalo.
Dagalo se volvió contra Bashir en 2019, pero no antes de que sus fuerzas abrieran fuego contra una protesta pacífica favor de la democracia y anti-Bashir en Jartum, matando al menos a 118 personas. Más tarde fue nombrado diputado del Consejo Soberano de transición que gobernó Sudán en asociación con el liderazgo civil.
Al-Burhan, Burhan, es esencialmente el líder de Sudán. En el momento del derrocamiento de Bashir, Burhan era el inspector general del ejército. Su carrera ha seguido un curso casi paralelo a la de Dagalo.
También saltó a la fama en la década de 2000 por su papel en los días oscuros del conflicto de Darfur, donde se cree que los dos hombres entraron en contacto por primera vez. Consolidaron su ascenso al poder al ganarse el favor de las potencias del Golfo.
Comandaron batallones separados de las fuerzas sudanesas, que fueron enviados a servir con las fuerzas de la coalición liderada por Arabia Saudí en Yemen. Ahora se encuentran enfrascados en una lucha de poder.
No está claro dónde terminará la lucha. Ambos bandos reclaman el control de sitios clave y se ha informado de combates en todo el país en lugares alejados de la capital, Jartum.
Si bien varias estimaciones oficiales y no oficiales sitúan las fuerzas armadas sudanesas en alrededor de 210-220.000, se cree que las RSF ascienden a aproximadamente 70.000, pero están mejor entrenadas y mejor equipadas.
Atención a que Sudán es rico en recursos y está estratégicamente ubicado. La CNN informó sobre cómo Rusia se ha aliado con los líderes militares de Sudán para sacar oro de contrabando de Sudán.
Las fuerzas de Dagalo fueron un receptor clave del entrenamiento y armamento ruso. Las fuentes sudanesas de CNN también creen que el líder militar de Sudán, Burhan, fue respaldado por Rusia, antes de que la presión internacional lo obligara a negar públicamente la presencia del grupo mercenario ruso Wagner, en Sudán. .
Rico en recursos y con posición estratégica clave
Sudán, con capital en Jartum, está situado al noreste de África, limitando al norte con Egipto, al noroeste con el mar Rojo; al sur con Sudán del Sur, Eritrea y Etiopía; y al oeste con Libia, Chad y la República Centroafricana.
El Nilo, su principal río, recorre el territorio del país, compuesto por una llanura delimitada por altiplanicies.
La frontera con Uganda está cubierta por cadenas montañosas con el monte Kinyeti, el más alto del país.
El Idioma oficial es el árabe y el inglés, que conviven con otras lenguas locales.
En el ámbito religioso, la población es mayoritariamente musulmana, con una minoría cristiana.
Tras la guerra civil y la secesión de Sudán del Sur en 2011, la economía del país sufrió grandes pérdidas, especialmente en la producción de petróleo, fuente de ingresos desde 1999.
Sin embargo, tratan de desarrollar fuentes alternativas como la minería de oro. Alrededor del 70% de la población vive de la agricultura o del pastoreo, siendo el algodón el principal producto cultivado. El país también es el mayor exportador de goma arábiga, con un 80% de la producción mundial.