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EN EL VHIR DE BARCELONA

Investigan cómo una proteína puede revertir la “muerte neuronal” en el Alzheimer

Bruna Barneda destacó que "en el caso de la enfermedad de Alzheimer, el mayor hándicap es detectar el momento en el que se están muriendo las neuronas".

Hechosdehoy / Servimedia / A. K.
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Investigadores del Institut de Recerca de Vall d´Hebron (VHIR), de Barcelona, están estudiando la implicación de los receptores de la muerte neuronal y su señalización asociada, como el antagonista FAIM-L, en el desarrollo de enfermedades como el Alzheimer. Así lo ha explicado Bruna Barneda, investigadora del VHIR, quien ha destacado los resultados obtenidos de la investigación que coordina.

Esta cíentífica participará en el próximo Congreso Internacional de Investigación e Innovación en Enfermedades Neurodegenerativas (CIIIEN), en el que presentará una ponencia sobre la protección de la muerte neuronal y la incidencia de FAIM-L en este proceso degenerativo.

En palabras de Barneda, "nuestro grupo concretamente analiza el papel de la proteína FAIM-L, una isoforma neuronal que bloquea la vía de señalización pro-muerte que se índice en los receptores de muerte, para regular la neuroinflamación que subyace al Alzhéimer".

"Cascada de la muerte"

Los receptores de muerte, según Barneda, "son los miembros de la familia del TNF que en el dominio que está dentro de la célula tienen una región capaz de reclutar unas proteínas que induce la muerte". Como explicó la investigadora, "cuando una neurona es expuesta a la citoquina TNF, el receptor de muerte induciría la activación de la cascada de muerte, pero si hay FAIM-L dentro de esa neurona, lo bloquea e induce otras señales que participan en el desarrollo normal del cerebro".

Como consecuencia de este proceso neurodegenerativo, Bruna Barneda hizo hincapié en la necesidad de "conocer los mecanismos que activan o desactivan los receptores de muerte para evitar la muerte neuronal y la neurodegeneración en enfermedades como el Alzheimer".

En este sentido, la investigadora subrayó que se ha detectado que "las personas afectadas por esta enfermedad tienen menos FAIM-L y, además, que la presencia o ausencia de esta proteína cambia el efecto que ejerce el receptor de muerte TNF (o factor de necrosis tumoral) sobre las neuronas, pasando de un efecto protector a uno tóxico".

Cuándo mueren las neuronas

Aunque actualmente existe la posibilidad de proteger a las neuronas de la muerte celular, la investigadora indicó que "en el caso de la enfermedad de Alzheimer, el mayor hándicap es detectar cuando se están muriendo las neuronas". Por otro lado, señaló que "en otras enfermedades, dónde se tiene claro el momento de degeneración de las neuronas, también resulta difícil actuar sobre un elemento del sistema".

Asimismo, Barneda apuntó que "si bien es cierto que el FAIM-L protege a las neuronas de la muerte, sólo lo hace de una serie de estímulos determinados", y advirtió que "hay muchas maneras de inducir la muerte en una neurona".

En el caso de las enfermedades neurodegenerativas, la investigadora informó que "prevalece un componente muy importante de muerte celular programada provocada por las mismas células". En algunos casos, según mencionó Bruna Barneda, "esta muerte puede ser inducida por factores internos en la célula, como acumulación de radicales libres de oxígeno o un mal funcionamiento de ensamblaje proteico, pero en otros casos, la muerte viene inducida por factores externos, situación en la que la maquinaria de los receptores de muerte y sus antagonistas como FAIM-L juegan un papel clave induciendo la muerte cerebral o previniéndola". 

Gran hallazgo 

A este respecto, Barneda insistió de nuevo en la importancia de "comprender el funcionamiento de la muerte neuronal y, en concreto, de estimar los niveles de FAIM-L de una persona con enfermedad de Alzheimer". Un gran hallazgo, que "permitiría ayudar a conocer en qué punto se halla la neuroinflamación, a tener una idea más clara del punto de evolución en que se encuentra la enfermedad y a moldear así los tratamientos del paciente", según la investigadora.

Por último, Bruna Barneda quiso resaltar la celebración de congresos y encuentros como CIIIEN 2014, ya que "siempre son positivos para compartir el conocimiento, que es la mejor forma de avanzar". Además, la investigadora se refirió al seguimiento por streaming de este congreso como un "gran paso para que los trabajos presentados puedan llegar a muchas personas y se siga divulgando lo aprendido".

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