Carpetazo final a una larga investigación que comenzó el 22 de julio del 2010. Indagó desde entonces en los convenios firmados entre el Instituto Nóos y las Administraciones de Comunidad Valenciana y Baleares para la celebración de varios congresos sobre turismo y deporte. Inicialmente, en el caso Palma Arena, se investigaron diversas irregularidades relacionadas con el velódromo del mismo nombre durante el segundo gobierno de Jaume Matas en Baleares (2003-2007).
El juez del caso Nóos, José Castro, en el auto final de instrucción, mantiene imputada a la Infanta Cristina de Borbón y Grecia, hermana del Rey Felipe VI, por dos delitos fiscales y uno de blanqueo de capitales. Asimismo, envía a juicio al duque de Palma, Iñaki Urdangarin. Propone que sea juzgado por nueve delitos como presunto autor de malversación, prevaricación, falsedad documental, tráfico de influencias, falsificación, estafa, fraude a la Administración y dos delitos fiscales. Otros encausados que se mantienen son el exsocio del duque, Diego Torres, la mujer de éste, Ana María Tejeiro, y el expresidente balear Jaume Matas. En cambio, el instructor absuelve al secretario de las Infantas, Carlos García Revenga.
A seis días de la proclamación de Felipe VI llegó la primera prueba para el Rey. No defraudó las expectativas. En su valoración, el Palacio de La Zarzuela destacó el pleno respeto a la independencia del Poder Judicial. En su primer mensaje a la nación, ante las Cortes, el Rey Felipe VI ya avanzó que observará "una conducta íntegra, honesta y transparente".
El caso Nóos, desde la imputación, en diciembre de 2011, fue devastador para Juan Carlos I activando en buena manera -como explicó Hechos de Hoy– una cadena de graves tensiones que al final precipitaron, entre otras causas, su abdicación. Felipe VI, antes y ahora, trazó las líneas rojas ante corrupción y conductas no honorables. Esta firmeza la defendió de forma rotunda ante su padre. La Infanta Cristina quedó entonces apartada de la Corona, y ahora de la Familia Real.
La Zarzuela ha explicado de forma muy pedagógica que Doña Cristina ya no forma parte de la Familia Real, reducida a Juan Carlos I y Sofía, padres del Rey; Felipe VI, la Reina Letizia, la Princesa Leonor y su hermana Sofía. La Infanta Cristina, desde que estalló el caso Nóos, no se planteó ni el divorcio ni la renuncia a sus derechos en la línea de sucesión al trono. Se abre ahora un dilema para Doña Cristina: renunciar a sus derechos dinásticos; mantener su enroque; y, como tercera hipótesis, obligar al Rey a quitárselos.
La primera lectura de todo lo sucedido es de nuevo la aplicación de la Constitución que dice que cada persona tiene derecho a un juez. Así sucedió demostrando en España de forma aleccionadora el funcionamiento de la Justicia, el Poder Judicial, y su independencia. Junto a ello, y Felipe VI así lo subrayó, es la hora de la ejemplaridad en los comportamientos. Por las conclusiones del auto final, el posible delito fiscal y el blanqueo de capitales son justo lo contrario.