Días de mucho dolor para Mercedes Barcha. El amor de pequeño de Gabriel García Márquez, el fuego que no se apagó en toda su vida, su fiel compañera desde Barranquilla a Ciudad de México como contó Hechos de Hoy.
Del barrio del San Ángel a la Alameda y el Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México. La familia de Gabo lloró en la intimidad al Nobel de Literatura aceptando este último reconocimiento público "para despedir a este gran autor, que es tan nuestro, y es el gran escritor universal”, como dijo la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, María Cristina García Cepeda.
Flores amarillas, vallenatos y el Intermezzo interrotto de Bela Bartok con las banderas de México y Colombia, hermanadas en esta muestra de reconocimiento, cariño y admiración. México le despide con los honores que a Carlos Fuentes, Octavio Paz y Mario Moreno –Cantinflas-, protagonistas de la cultura, el arte y las raíces nacionales. También aquí, en el Palacio de Bellas Artes, hubo el mismo reconocimiento para Chavela Vargas, nacida en Cota Rica pero con largas décadas viviendo en México hasta su muerte.
Gabo nunca quiso acudir a funerales. El acto en Ciudad de México es por tanto una despedida cívica. No hubo capilla ardiente. Fue velado en su casa antes de ser incinerado en un acto privado. Tras este acto, habrá también una ceremonia solemne en la catedral de Bogotá. La Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia interpretará el Réquiem de Mozart en una despedida que se anuncia tan emotiva, larga y multitudinaria como el adiós que comenzó en México.
Sus declaraciones a TVE en 1995
