Mario Vargas Llosa se sumó desde un primer momento a los sentimientos de pesar por la muerte de Gabriel García Márquez y reconocimiento a su obra. No sólo hizo declaraciones sino que envió un pésame a la familia. Como destacó Hechos de Hoy, Juan Manuel Santos decretó tres días de luto oficial en Colombia en un mensaje al país. México le rendirá un homenaje público tras pedir la familia intimidad en el velatorio en su casa de Ciudad de México.
Vargas Llosa se entero de la triste noticias en Ayacucho donde se encontraba con su familia en los días de Semana Santa. "Ha muerto un gran escritor cuyas obras dieron gran difusión y prestigio a la literatura de nuestra lengua", señaló asegurando que sus obras "le sobrevivirán y seguirán ganando lectores por doquier"
Seis escritores de América Latina fueron galardonados con el Premio Nobel de Literatura –Miguel Ángel Asturias, Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Octavio Paz, Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa– pero sólo los dos últimos tuvieran vidas paralelas y una gran amistad hasta un choque que sucedió en 1976 y sobre el que existe la versión de una leyenda urbana y a la vez el de un pacto personal entre ambos para no escarbar en el morbo.
Nacidos en Aracataca, Colombia, y Arequipa, Perú, comenzaron sus carreras como periodistas. Tuvieron un éxito rápido, y vivieron una estrecha amistad durante la estancia de ambos en Barcelona. Todo cambio en 1976 con el puñetazo de Vargas Llosa a García Márquez que retrató el fotógrafo colombiano Rodrigo Moya Moreno.
¿Qué sucedió en aquel 12 de febrero de 1976? Testigos presenciales contaron que García Márquez se acercó a Vargas Llosa recibiendo un puñetazo por "lo que le hiciste a Patricia". García Márquez pudo haberle sugerido a Patricia que se separase de su esposo por una supuesta infidelidad de éste, o que Patricia, para vengarse de su marido, le dio a entender que había tenido una relación con Gabo. De aquel choque entre ambos quedó la imagen de Rodrigo Moya Moreno.
"Para las fotos del ojo morado me costó un huevo sacarle una sonrisa de una fracción de segundo, porque tenía cara como para los funerales de la Mamá Grande. Realmente, Varguitas lo había dejado mal y se veía más bien triste o deprimido. Pero la sonrisa que le saqué hizo de aquel desaguisado una cosa sin importancia. Al terminar, Gabo me dijo al despedirse: Me mandas un juego y guardas los negativos" desveló el fotógrafo por primera vez en 2003 en declaraciones a El Tiempo.
¿Por qué sucedió? "Solo ellos lo saben. El hecho ocurrió en la premier privada de aquella película sobre los supervivientes de un avionazo en los Andes. No se veían hacía tiempo, y dicen que Gabo se acercó con los brazos abiertos para abrazarlo, y Varguitas lo recibió con su aún hoy famosa derecha. Escribí una crónica de esa sesión en La Jornada en 2007, cuando Gabo cumplió los 80", explicó Moya.
A partir de aquel choque personal, la leyenda urbana y las versiones diferentes apuntan a que sellaron un pacto para no desvelar intimidades de las relaciones entre ambos ni ahondar su diferencias. Con diferencias ideológicas, sobre todo por la estrecha amistad de Gabriel García Márquez con Fidel Castro, los dos respetaron su obra literaria. García Márquez siempre fue un hombre celoso de su intimidad. Vargas Llosa desarrolló una personalidad más mediática. Pero ambos siempre coincidieron en su alergia a las entrevistas y a que se les presentara como rivales en todos los escenarios.
