Consternación desde el primer momento de Francisco por los atentados de París, y dolor por las personas asesinadas con solidaridad profunda para todas las familias y sus seres más queridos.
Francisco, en todo su pontificado, ha clamado por parar la guerra civil en Siria y evitar un nuevo conflicto bélico en Oriente Medio tras la intervención en Irak. Ha condenado de forma radical el ciego terrorismo de Daesh (Estado Islámico, ISIS) y ha urgido a la solidaridad con los más débiles -mujeres, niños y ancianos- en Siria, los campamentos de refugiados, y el éxodo con sus escenas de angustia.
El Papa ya ha anunciado que acudirá de nuevo a la sinagoga de Roma. Será el 17 de enero. Supondrá un nuevo encuentro entre Jorge Bergoglio y el influyente rabino de la comunidad judía de Roma, Riccardo Di Segni. De esta forma mostrará su muy firme apoyo al diálogo, la paz sincera y la convivencia en Oriente Medio.
Paralelamente al Papa le preocupa la situación en Venezuela y en Argentina, su patria natal. En su reciente encuentro con Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos, OEA, se habría sincerado.
Al final no hubo la visita de Cristina Fernández de Kirchner a Ciudad del Vaticano. La presidenta había pensado unirla con su agenda en la cumbre del Grupo de los 20. Pero los planes se suspendieron. Un acierto para Francisco que se hubiera encontrado en un brete.
Es bien cierto que a Francisco le preocupa, y mucho, todo lo quje se refiere a una Argentina donde espera que la prioridad se ponga en el servicio a las necesidades sociales y no en acaparar el poder. En ese sentido hay un gran paralelismo con Juan Pablo y su agenda polaca.
Francisco tuvo también su agenda argentina pero quedó recortada al ver el uso partidista que se trataba de hacer de su figura. A medida que se ha acercado la fecha electoral ha sido cuidadoso. Mucho más en su audiencia general del miércoles. En declaraciones a la agencia argentina DyN (Diarios y Noticias) lo subrayó de forma muy clara. "Que voten a conciencia", destacó añadiendo "ya saben lo que pienso".
Y lo que piensa Francisco es que se cierra definitivamente una etapa, la protagonizada durante una decada por Néstor Kirchner y su esposa, Cristina Fernández, y se abre otra que está llamada a la de una mayor convivencia y cultura de respeto. Este clima, como informó Hechos de Hoy, lo reflejó el debate inedito de Mauricio Macri (Cambiemos) y Daniel Scioli (Frente para la Victoria) que este domingo 22 se van a enfrentar en las urnas en una histórica segunda vuelta, el esperadísimo ballotage.