Los republicanos del Comité Judicial de la Cámara de Representantes interrogaron al fiscal general Merrick Garland sobre la gestión por parte del Departamento de Justicia de los casos federales contra Hunter Biden y el expresidente Donald Trump en una intensa y candente audiencia.
Garland rechazó las acusaciones del Partido Republicano de parcialidad política en el Departamento de Justicia y dijo a los legisladores que él “no es el abogado del presidente” ni el “fiscal del Congreso”. Defendió repetidamente la independencia del Departamento de Justicia y dijo que no había interferido en la investigación de Hunter Biden, y que “nadie” le había dicho que acusara a Trump.
La audiencia del miércoles 20 se produce después de la acusación contra el hijo del presidente Joe Biden, dos acusaciones federales contra Trump y en medio de una investigación de juicio político de la Cámara contra Biden. Varios republicanos del Partido Republicano también han propuesto acusar a Garland.
El fiscal general ha enfrentado una avalancha de críticas por parte de los republicanos, que lo acusan de no proteger al departamento de la politización, y la insatisfacción de los demócratas, que dicen que el departamento ha sido demasiado tímido al perseguir a Trump.
La línea roja de Garland
El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, ha marcado una línea roja frente a un comité de la Cámara de Representantes controlado por los republicanos. Garland ha asegurado que dirige un departamento apolítico y ha recordado que no cumple las órdenes del presidente ni de los legisladores. En su testimonio, Garland respondió a los legisladores que han criticado al Departamento de Justicia por su gestiónde las acusaciones del expresidente republicano Donald Trump y del hijo del presidente demócrata Joe Biden, Hunter Biden.
“Nuestro trabajo no es recibir órdenes del presidente, del Congreso o de cualquier otra persona sobre quién o qué investigar criminalmente”, dijo Garland al Comité Judicial de la Cámara de Representantes. “No soy el abogado del presidente. Agregaré que no soy el fiscal del Congreso. El Departamento de Justicia trabaja para el pueblo estadounidense”.
Jim Jordan, el republicano que preside el comité, acusó al Departamento de Justicia de tratar de forma diferente a Hunter Biden y al expresidente Trump. “Cuatro de cada cinco estadounidenses cree que hay dos estándares de justicia”, dijo Jordan en su declaración inicial.
Por su parte, el demócrata Jerry Nadler reprochó a los republicanos de intentar crear “un absurdo juicio político” contra el presidente Biden para “distraer” la atención sobre los crecientes problemas legales de Trump.
Garland también declaró que si se materializan los intentos de algunos republicanos de retener o reducir la financiación del FBI sería algo “catastrófico” para Estados Unidos, que quedaría vulnerable a eventuales ataques de Corea del Norte, Irán, Rusia y a actos de terrorismo nacional.
El primer testimonio de Garland ante el Congreso ha estado precedida, como ha destacados Hechos de Hoy por tres primicias históricas, asuntos de calado:
— Los cargos penales del departamento contra un expresidente de Estados Unidos, Trump.
— Los cargos contra el hijo adulto de un presidente en ejercicio.
— Se produce además una semana después de que la Cámara de Representantes, liderada por los republicanos, lanzara una investigación de juicio político contra el presidente Biden, relacionada con los negocios extranjeros de Hunter Biden.
La Casa Blanca ha desestimado esa investigación por considerarla políticamente motivada y sin fundamento, mientras que el demócrata de mayor rango del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Jerrold Nadler, acusó a los republicanos de desperdiciar “innumerables dólares de los contribuyentes” en investigaciones sobre Biden “para encontrar pruebas de un juicio político absurdo”.
El fiscal especial Jack Smith, designado por Garland el otoño pasado, ha conseguido dos veces acusaciones contra Trump por su presunto mal manejo de registros clasificados y por sus presuntos esfuerzos por anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.
Trump, el favorito para la nominación presidencial republicana de 2024, se declaró inocente de esos cargos y de otras dos acusaciones penales estatales que enfrenta en Nueva York y Georgia. Trump ha atacado verbalmente en repetidas ocasiones a Smith, a posibles testigos y a la jueza de distrito estadounidense Tanya Chutkan, que preside el caso de subversión electoral, diciendo que los procesamientos que enfrenta tienen motivaciones políticas.
Los republicanos también han criticado la gestión por parte del departamento de una investigación fiscal de cinco años de duración sobre Hunter Biden, de 53 años. El hijo del presidente debía declararse culpable en julio de dos delitos fiscales menores como parte de un acuerdo con el abogado de Delaware, David Weiss.
El acuerdo terminó después de que un juez federal cuestionara sus términos. En medio de crecientes críticas republicanas, Garland nombró a Weiss fiscal especial para que pudiera continuar investigando y posiblemente presentar cargos fiscales en otros distritos federales.
La oficina de Weiss acusó este mes a Hunter Biden de tres cargos relacionados con la compra y posesión de un arma de fuego mientras consumía drogas ilegales. Hunter Biden tiene la intención de declararse inocente.
