La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, ha mantenido una tensa conversación con Rafael del Pino, presidente ejecutivo y principal accionista de Ferrovial, en el que ha mostrado su rechazo frontal al traslado a los Países Bajos de la sede social del grupo de infraestructuras.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos han calificado la decisión de “errónea”, han afirmado que “no es aceptable” y han lamentado “la falta de compromiso” de Ferrovial con España, un país al que, según esta versión, la compañía “le debe todo”.
El grupo global de infraestructuras comunicó el martes a la CNMV su intención de realizar una fusión inversa con su filial neerlandesa, FISE. Esta absorbería la matriz, lo que supondría la deslocalización de la sede del grupo a los Países Bajos. El objetivo último sería cotizar en Estados Unidos.
Ferrovial cita varios argumentos:
— La mayor parte de los ingresos del grupo proviene de fuera de España (más del 80%).
— Los Países Bajos son un país con la máxima calificación crediticia.
— Su marco jurídico es estable.
Según fuentes de la compañía, esto facilitará el acceso del grupo a fuentes de financiación, claves para su modelo de negocio, que se basa en grandes inversiones en infraestructuras a décadas vista.
El movimiento llega apenas dos meses después de que el propio Rafael del Pino lamentase la pérdida del atractivo inversor de España.
“Hablando como empresario, creo que debemos volver a convertir España en un destino atractivo para invertir y en imán del mejor talento, y para ello necesitamos un marco laboral competitivo y seguridad jurídica en todos los ámbitos”, dijo Del Pino en un evento organizado por el diario ABC.