Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior, reconoció en su visita a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla la crítica situación por la presión de la inmigración calificando la situación de "emergencia de Estado". El ministro hizo un llamamiento a la Unión Europea ante una situación que desborda las dos únicas fronteras terrestres de Europa Occidental en el norte de África,
Fernández Díaz negó que el Gobierno de Mariano Rajoy vaya a movilizar al Ejército para reforzar la misión de vigilancia fronteriza de la Guardia Civil. En esta visita de urgencia defendió la actuación de la Guardia Civil y rechazó de plano las acusaciones recibidas que calificó de "irresponsables afirmaciones". "Acusar a la Guardia Civil en los términos en que se ha hecho es absolutamente injusto e inmoral", dijo el ministro. En los mismos términos se refirió a la comisaria de Interior, Cecilia Malmström. Se refirió también al papel de los negreros calificándolos como "las mafias que abusan de la desesperación".
La visita del ministro coincidió con la nueva estrategia de un coche kamikaze con 17 inmigrantes para entrar en Melilla. No se logró. Pero la presión es enorme y compleja, con una gran incertidumbre si no se abren una mesa de diálogo y trabajo conjunto entre la Unión Europea, España y Marruecos.. El Partido Popular lo ha planteado en la cumbre del Partido Popular Europeo en Dublín. Si hubo una coordinación efectiva, y eficaz, para deshacer la oleada de cayucos sobre Canarias, se hace más urgente ahora frenar a los negreros y su red de infiltración y corrupción con el primer problemas en las fronteras africanas de Argelia y Marruecos.
Jorge Fernández Díaz anunció en Melilla que de manera inmediata va a aumentar la protección de los puestos fronterizos de la ciudad autónoma con Marruecos instalando más de 15 kilómetros de malla "antitrepa" en el perímetro fronterizo además de cambios en el centro fronterizo de Beni Enzar, el principal de los cuatro que unen Melilla y Marruecos.
Junto a estos anuncios el ministro insistió en que la seguridad de los pasos fronterizos y la intensidad de la presión migratoria -sin precedentes desde 2006-, reclaman que se gestione no solo como un "asunto de Estado", sino como una "responsabilidad" de la política comunitaria, a la que pide "solidaridad" y una contribución en forma de medios materiales y humanos. Jorge Fernández Díaz no ahorró ninguna reunión, ni gesto. Defendió sin fisuras a la Guardia Civil pero mostró su preocupación -en la que coinciden experto y analistas como se señaló a Hechos de Hoy– destacando que es crucial que se involucre la Unión Europea ante una situación de alud en donde se manejan cifras de hasta 80.000 inmigrantes movilizados por las tramas de negreros que tienen su centro de mando en Nigeria y cuentan con poderosas conexiones.
Melilla, el peso de la historia
