"No se podía seguir adelante con una ley que el próximo Gobierno fuera a derogar al minuto uno", dijo Mariano Rajoy al retirar la ley del aborto. Cuatro horas después el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, dimitía abriendo una repentina crisis política. Soraya Sáenz de Santamaría y Ana Pastor -según informaciones de Hechos de Hoy– colaboraron de forma directa con el presidente del Gobierno para una rápida solución.
Rafael Catalá Polo fue nombrado ministro de Justicia antes de que emprendiera viaje Mariano Rajoy a Pekín en un visita compleja de organizar, y de fuerte índole económica, que no se quiso aplazar. La dimisión de Alberto Ruiz-Gallardón obligó al Rey a seguir muy de cerca esta crisis y firmar en la sede de España en Naciones Unidas los decretos del relevo en el Ministerio de Justicia.
Felipe VI intervino en la Cumbre del Clima en la Asamblea General de Naciones Unidas y mantuvo un encuentro con Barack Obama. El presidente de los Estados Unidos situó en su agenda en Nueva York esta reunión como reconocimiento a Felipe VI y su nuevo liderazgo destacando la importancia de estar codo con codo ante los retos internacionales que aconsejan una asociación más importante que nunca.
Se trató de fue encuentro, según se señaló por parte española, cordial y en un marco distendido. Por parte norteamericana se subrayó la importancia de la relación entre Estados Unidos y España y lo cómodo que se sintió el presidente abordándose asuntos de máxima actualidad –Estados Unidos junto a aliados árabes atacaron las posiciones de la guerrilla de ISIS en Siria-.
En la Cumbre del Clima, el Rey -en una intervención seguida por la Reina Letizia– destacó lo crucial de actuar de forma inmediata. "Pertenezco a una generación inspirada por una imagen: la imagen de un pequeño y frágil planeta azul, tomada por los pioneros de la carrera espacial", explicó el Rey.
Luego recalcó la hora de actuar. "Los habitantes de las islas vulnerables del Pacífico, del Índico o del Caribe, o de las zonas costeras en muchos de nuestros países, no pueden esperar; tampoco los habitantes de zonas montañosas donde desaparecen los glaciares, ni los de regiones enteras amenazadas por la desertificación, o quienes dependen para su subsistencia de los mares y de los océanos", fue el mensaje de Felipe VI.
"Que nadie se llame a engaño. Ninguno de los países aquí representados puede esperar. Detrás del ascenso de unos pocos grados de temperatura, están en juego vidas humanas y la continuidad misma de nuestras sociedades". clamó en Naciones Unidas en un sentimiento ampliamente compartido. Fue el preámbulo antes de su intervención ante la Asamblea General, el momento central de esta importante visita a Estados Unidos centrada en la ciudad de Nueva York.
