España ganó competitividad en el exterior en el segundo trimestre del año tras la caída del 0,8% del Indice de Tendencia de Competitividad (ITC) frente al conjunto de los veintiocho. Según comunicó el Ministerio de Economía y Competitividad este viernes, España acumula ya tres trimestres ganando competividad tomando como referencia el Indice de Precios de Consumo.
Frente a los 18 países de la zona euro, el ITC también descendió, un 0,5%, respecto al mismo trimestre del año anterior.
El Ministerio que dirige Luis de Guindos atribuyó la ganancia de competitividad a la caída del índice de precios relativos de consumo en un 0,8% y al mantenimiento constante del índice de tipo de cambio.
Frente a los países de la Unión Europea que no pertenecen a la zona euro también se ganó competitividad, el ITC disminuyó un 1,6% en el segundo trimestre.
De este modo, España fue más competitiva en este segundo trimestre frente a los tres conjuntos debido a la baja inflación en comparación con la inflación media de los países de las tres zonas.
Frente a la OCDE
En comparación con los países de la Organización de Cooperación al Desarrollo Económico (OCDE), el ITC se incrementó un 1,3% en tasa interanual, lo que supone en este caso una pérdida de competitividad como resultado de la apreciación del euro frente a la moneda de estos países, con un crecimiento del 2,8% en el índice de tipo de cambio.
Si se compara España con los países de la OCDE que no tienen en cuenta a los dieciocho de la zona euro, la pérdida de competitividad fue mayor porque en términos interanueales el avance fue del 2,6%, y frente a los países de la OCDE que no tienen en cuenta a los veintiocho europeos, el aumento del índice fue del 3,7%.
Comparado con los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), el índice aumentó un 5,4% en el segundo trimestre debido al aumento del índice de tipo de cambio de un 9,3%.
En cuanto al ITC calculado con los Índices de Valor Unitario de Exportación, en el primer trimestre se produjo una pérdida de competitividad frente a la UE con un aumento de la tasa del 1,6% y un incremento del 3,7% frente a los países de la OCDE, debido a la fuerte apreciación del euro.