¿Está dispuesto Pedro Sánchez a culminar su golpe de mano de asalto a La Moncloa unido a Pablo Iglesias con los partidos independentistas catalanes?

Imposible mayor alarma en medios económicos y políticos sobre la decisión del sanchismo de despreciar las elecciones en Galicia y País Vasco. No se quiso esperar a un posible varapalo en los dos escenarios. Pedro Sánchez habría trabajado de forma estrecha con dirigentes de Podemos para una opción radical que supondría romper con la centralidad del partido, el giro estratégico marcado en su día por Felipe González (ver en Hechos de Hoy, Sánchez no apoyará el pacto de 170 escaños aunque dimita Rajoy).

En declaraciones a Esther Palomera, en El Hufffington Post, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, acusó abiertamente a Pedro Sánchez de “criminalizar” a los barones del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Avanzó además que no participará en otra ronda de contactos porque estas se plantean "como un juego de confesionario".

Pidió que "es mejor que hablen ya los militantes" del partido en un congreso sobre qué quieren que haga el PSOE y quién quieren que lo dirija.
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Subrayó que el PSOE "no puede gobernar a cualquier precio ni dar la impresión de que entrar en La Moncloa" es su "único objetivo". "No tiene sentido vender nuestros principios o traicionar nuestro código ideológico", recalcó.

Es una incógnita lo que puede suceder. Pero Pedro Sánchez ya ha mostrado que margina a Ciudadanos, y rechaza además el pacto de 170 escaños. Ha descartado la abstención aunque el Partido Popular (PP) presente otro candidato. Su plan pasaría por imponerse a los barones del PSOE y presentar al Rey una nueva mayoría con Podemos y los partidos independentistas de Cataluña. No sería la opción votada en las elecciones de diciembre y junio. Para el PSOE, supondría además el mazazo, la ruptura interna. ¿Mantendrá Pedro Sánchez su plan de asalto a La Moncloa?