Atención este lunes 26 al comienzo de una semana crítica para España, la Comisión Europea y la Unión Europea por el peso de nuestra economía y nuestra trascendencia geopolítica (llave con América Latina, relación especial con Arabia Saudí y los países del Golfo, y frontera directa con África).
1. Habría que situar en primer lugar el 3 de mayo de 2016, al disolverse tanto el Congreso de los Diputados como el Senado para poder convocar nuevas elecciones, como el momento en que comenzó una larga crisis política que llega ahora a a su nudo gordiano. Fue entonces la primera vez que se repetían unos comicios en la reciente historia de España.
2. Pedro Sánchez quiso contraprogramar el acto del Partido Popular en Madrid acudiendo a la Fiesta de la Rosa del PSC en Gavà con un duro discurso -que debió evitar- en tono faltón contra el candidato designado por el Rey para la investidura tras ganar las elecciones generales.
3. “Esta semana tenemos la investidura fallida de un candidato fallido. A esta hora deben de estar celebrando por todo lo alto que en cuatro días perderán la votación”, dijo sorprendentemente Sánchez. En gesto al menos de educación y decoro, y de guardar las mínimas formas, debería haber esperado a escuchar el discurso de Alberto Núñez Feijóo en la Cámara, en la sesión de investidura, porque podrían poducirse sorpresas de calado. Feijóo ha ganado las elecciones municipales, autonómicas y generales desde el carril del centro con el deseo sincero de buscar un entendimiento entre PP y PSOE dejando al costado bloques, polarización, bronca e insultos.
4. “Apelan a la peor de las corrupciones, que es el transfuguismo”, acusó Sánchez a Feijóo, respirando por la herida abierta. Feijóo supo romper el cerco impuesto por el PSOE al PP con cordiales y fructíferas conversaciones sobre el presente y futuro con los presidentes Urkullu (PNV) del País Vasco y García-Page (PSOE) de Castilla-La Mancha.
5. Sanchez ocultó en el acto de Gavà hablar de la Ley de Amnistía. También tapó que es en el PSOE, entre cuadros, militantes y simpatizantes, donde ha estallado la mayor tormenta y llamada a la rectificación por cerrar la puerta Sánchez al entendimieno con el PP y elegir a los cuatro partidos secesionistas (soberanistas) (BNG, EH Bildu, ERC y Junts) como sus socios de cabecera. Felipe González y Alfonso Guerra han hablado alto y claro.
6. Sánchez no sabe aún que pasará en el Congreso donde Feijóo podría lograr la investidura por mayoría absoluta en la primera votación o mayoría simple en la segunda.
7. Es además -y reincide en ello- una falta total de respeto al Rey adelantar el resultado de las nuevas consultas políticas del monarca si fracasa la investidura de Feijóo.
8. Pero Feijóo sí acertó plenamente en llevar a la calle su rechazo a que España sea gobernada por los privilegios de una élite (el rechazo a las condiciones impuestas por un prófugo de la Justicia que huyó de España en el maletero de un automóvil para evitar ser detenido y juzgado por su intento golpista y quiebra de la democracia). Una intentona que el Rey condenó en un histórico mensaje a la nación.
9. Feijóo acertó también al unir a conservadores, centristas y socialdemócratas en un masivo acto contra un Sánchez sin principios al frente de la escisión del PSOE –el sanchismo– que se ha instalado en la indignidad prometiendo a los partidos secesionistas una Ley de Amnistía que rompería la Constitución de 1978 y podría al Rey en la posición más delicada y peligrosa.