“Lo que ha hecho Alcaraz es increíble”. Son palabras de Novak Djokovic tras caer ante Carlos Alcaraz que comentaba “aún no me lo creo”. El español, de 20 años, se proclamó campeón del torneo de Wimbledon al superar a Novak Djokovic, de 36 años, por 1-6, 7-6(6), 6-1, 3-6, 6-4.
“Es un sueño hecho realidad. Estoy muy orgulloso. Lo hubiera estado incluso en la derrota. Llegar aquí tan rápido… Hemos puesto todo, todos los días en el equipo para vivir esta experiencia. Aún no me lo creo, es increíble no solo por ganar Wimbledon, sino por ganar a una de las mayores leyendas de este deporte”, comentó Alcaraz a pie de pista. Y dirigiéndose al Rey Felipe VI dijo: “Es muy especial que esté aquí Su Majestad el Rey y los Príncipes de Gales. Felipe, que estés aquí apoyándome, me hace sentir orgulloso. Las dos veces que has estado, he ganado. Espero que vengas más”.
Aunque estuvo a punto de comenzar “comíendose un rosco” en el primer set, Alcaraz ejerció de mejor del mundo, el número uno, ante el favorito a ser el mejor de la historia. Djokovic, que buscaba su quinto título seguido en la hierba londinense, el octavo en total y su 24º “grande”, cayó ante quien llaman hoy “King Carlos”.
Alcaraz sacó un repertorio de experto para remontar el mejor inicio del serbio. Con nervios de acero esta vez, el español dio la vuelta a la final pese a sufrir la reacción del gigante serbio en un cuarto parcial que deparó la épica. Al quinto set y después de casi cinco horas, Alcaraz ganó su segundo “grande” tras el US Open de 2022, el sexto título de 2023 y el 12º en total.
A sus 20 años, el pupilo de Juan Carlos Ferrero -que no pudo contener las lágrimas de alegría y emoción- frenó al campeón este año de Australia y Roland Garros, un Nole que tuvo que reconocer que ya llega un relevo llamado Alcaraz.
En la Pista Central del All England Lawn Tennis Club, con estrellas del cine en las gradas como Brad Pitt, Hugh Jackman, Ariana Grande, Andrew Garfield, Tom Hiddleston, Daniel Craig y Rachel Weisz, el brillo se trasladó al césped para que el tenis español celebrase un tercer triunfador masculino en la hierba londinense tras Manolo Santana (1966) y Rafa Nadal (2008 y 2010).
Comienzo muy incómodo
Sin embargo, el primer set solo tuvo acento serbio, ya que Alcaraz empezó incomodísimo y encajó dos breaks’seguidos. A pesar de que el murciano gozó de una pelota de rotura en el juego inaugural, no la materializó y luego encajó esas dos. Media hora tardó el español en entrar en calor, en sacudirse los nervios, aunque ya con el primer set perdido.
En el estadio ya rondaba el fantasma de otro colapso por nervios, como le había sucedido a Alcaraz precisamente frente a Djokovic en su semifinal de Roland Garros disputada hace un mes. Aquella ocasión eso plasmó en calambres por sus piernas, pero el sexto juego de esta final de Wimbledon tranquilizó al palco del palmareño.
Tras ganarlo (1-5), y aunque cedió la primera manga (1-6), Alcaraz cambió la dinámica. Ni rastro hubo en el segundo set del flojo despliegue ofensivo que había mostrado en el anterior parcial. Al saque, se puso 1-0 y rompió a continuación el servicio rival (2-0). No obstante, al otro lado de la red estaba un jugador que sigue opositando a ser el mejor de todos los tiempos.
En busca de su grande número 24, el varón que más acumula de toda la historia, Djokovic devolvió el break (2-1) y mantuvo la calma para salvar otra opción de rotura en el cuarto juego (2-2). A partir de ese momento, ninguno de los dos concedió a su adversario más oportunidades de quiebre; una muerte súbita de órdago fue lo que decidió el set en favor de un Alcaraz funambulista.
Nole la empezó como una exhalación, situándose 0-3 arriba, sabedor de que llevaba 15 tie-breaks ganados de manera consecutiva en un Grand Slam. Pero delante tenía a un prodigio precoz, que igualó la contienda y que volteó el marcador para ponerse 5-4 a raíz de una dejada que contuvo la respiración de la Pista Central.
Carlos abrochó esa muerte súbita por 8-6, habiendo machado el revés de su oponente gracias a una derecha invertida que repetía una y otra vez. Alcaraz empezó entonces a disfrutar, no como en París hace un mes o en el primer set, y el guion terminó de cambiar. El español aprovechó el bajón del serbio no sin sudar.
Alcaraz no se arruga
El break inicial del tercer set vino acompañado de un segundo maratoniano, en un quinto juego de 25 minutos y la rotura para el español a la séptima bola de break. Nole, más exigido físicamente, entregó el parcial y buscó soluciones al vendaval murciano. El serbio se rehizo y recuperó su mejor versión, devolviendo el golpe en otro largo quinto juego.
Ahí resurgió el Chacal pero no se arrugó el murciano en el momento decisivo. El quinto set sirvió la guinda al partido estelar que todos esperaban, los dos mejores tenistas del momento en un duro intercambio. Alcaraz, con sus dejadas hasta el final, espantó los recuerdos de Roland Garros de nuevo y logró el break en el tercer juego, con Djokovic reventando la raqueta con el poste de la red.
El servicio funcionó al español, aunque fuese con segundo saque, y en la batalla física, mental y tenística ganó el joven prodigio a la leyenda del tenis y de Wimbledon, que llevaba 10 años sin perder un partido en la pista central inglesa. En su cuarto torneo en hierba, en su primera final en el All England Tennis Club, Alcaraz conquistó la Catedral del Tenis para agrandar una carrera meteórica.