Los restos mortales de Cervantes podrían ver la luz próximamente ya que todos los documentos recabados hasta el momento indican que podría estar enterrado en las Trinitarias. Así lo podría confirmar el georradar que se ha encargado de encontrar el crucero de la antigua iglesia.

Los expertos del georradar, con el geofísico Luis Avial en cabeza, presentan este lunes su informe con resultados concluyentes sobre la búsqueda del escritor español más universal. Hay que recordar que hace ya unos años se dio el pistoletazo de salida a la Operación buscar a Cervantes.

“Un individuo de en torno a 60 años, sin dientes y con una patología en el brazo izquierdo”. Así describe el forense Francisco Etxeberría el cuerpo de Cervantes. Asimismo, las investigaciones aseguran que el cuerpo reposa bajo la iglesia conventual de las Trinitarias en Madrid, pero aún no ha sido hallado.

Y es que tras cartografiar el edificio y el subsuelo, el equipo de expertos que lo busca ha conseguido delimitar cuatro zonas bajo el templo en las que la probabilidad de hallar los restos es muy alta. Entre los sitios afectados está la cripta del templo, donde se han localizado una treintena de nichos con restos óseos en su interior.

Éste, señalan, sería el punto de partida de la segunda fase “dada la facilidad del acceso y la posibilidad de habilitar un espacio en su interior donde instalar el equipamiento necesario para el análisis del material obtenido”. La técnica en cuestión se basa en medir las densidades del material que conforma el subsuelo de la iglesia y detectar de esta forma la existencia de “estructuras arquitectónicas, cavidades con aire y sedimentos blandos”.

El experto que lleva el georradar también mostró la abrupta progresión de densidades en otro punto muy próximo al centro del crucero “sugiere la existencia de una lápida”. Concretamente es la segunda zona de sepulturas y de la misma forma, identificando los ladrillos y hundimientos, se determinaron dos áreas más.

“La capacidad de penetración del dispositivo ha permitido mapear densidades en un volumen de cuatro metros de altura por seis de ancho y diez de largo, correspondientes a la cripta que tiene más tamaño de lo que se había estimado originalmente”, cometa uno de los expertos de la investigación.

Este sistema se usa desde hace más de una cécada en excavaciones arqueológicas, explica el historiador Fernando de Prado y añade que “la primera fase está financiada y la segunda está en curso y recurriremos al ayuntamiento”.