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El futuro inmediato después de la COVID-19, la gran cuestión. (Foto: @CasaReal)

EL VETO DE CUBA

El gran debate sobre el rol de la Comunidad Iberoamericana en la reglobalización

Pacto Verde Iberoamericano, Principios Derechos Digitales y Estrategia de Seguridad Alimentaria. Los tres hitos de consenso en Santo Domingo. Pero Cuba vetó el Pacto sobre nueva arquitectura financiera. Sin embargo, en los debates, la gran cuestión de la reglobalización.

Hechosdehoy / Ignacio Rodríguez Ferreiro

Sin duda un gran éxito personal del Rey de España en la cita de Santo Domingo. Y también la constatación de que el foro de la Cumbre Iberoamericana goza de una renovada salud. Y se ha convertido en un escenario esencial de debates y avances en un crucial ecosistema latino donde figuran también Portugal y Brasil.

Gran parte del éxito de este foro, que ha superado todas las crisis, se basa en la importancia de escuchar, proponer, dialogar y buscar escenarios de consenso. Hubo acuerdo en Santo Domingo sobre Pacto Verde, Principios Derechos Digitales y Estrategia de Seguridad Alimentaria. Pero Cuba vetó el Pacto sobre nueva arquitectura financiera.

Y sin embargo es vital avanzar hacia un sistema financiero más inclusivo, flexible y justo.

Paa América Latina hay graves dificultades para obtener la financiación necesaria para recuperar el ritmo de crecimiento después de la pandemia de la COVID-19.

A la dificultad de no tener la solvencia suficiente en los mercados financieros internacionales se suma el escaso ahorro doméstico para acometer las inversiones necesarias. Pero Cuba vetó la propuesta de revisar las condiciones de acceso a la financiación de los países de renta media y ampliar la capacidad de otorgar préstamos de los organismos multilaterales.

Y sin embargo en las orillas de la cumbre, el foro empresarial, las inquietudes de jóvenes emprendedores, y en los equipos de gobierno de los diferentes países, el gran asumto que preocupa es el escenario que se puede abrir tras la globalización que quedó impactada por la COVID-19. ¿Cuáles van a ser los escenarios inmediatos?

La reglobalización y la CIA (China + India + ASEAN)

“Nuestro futuro manufacturero, nuestro futuro económico, nuestras soluciones de la crisis climática, todo se hará en Estados Unidos”, dijo en la Casa Blanca Joe Biden al anunciar sus compromisos Made in America en 2022. ¿Fue una señal del fin de la globalización?

Atención al “peligro de una nueva fragmentación del mundo, de la desglobalización y el desacoplamiento”, enfatizó el canciller de Alemania, Olaf Scholz, en el Foro Económico Mundial de 2023 expresando su preocupación de que el mundo se está desmoronando política y económicamente.

La globalización es el proceso por el que las personas y los bienes se mueven fácilmente a través de las fronteras, Supone un concepto económico. La integración de mercados, comercio e inversiones con pocas barreras para frenar el flujo de productos y servicios entre naciones.

“El maremoto de globalización que hemos experimentado comenzó alrededor de 1990, con el final de la Guerra Fría y la apertura de China, la integración de Europa, los acuerdos globales para reducir las barreras comerciales y el desarrollo de internet”, explicó Ian Goldin, profesor de globalización y desarrollo de la Universidad de Oxford, en el programa Analisys de la BBC.

.Para Goldin, “si bien la globalización está lejos de ser perfecta, necesita ser mejorada, no destruida”. “La gente olvida que la globalización sacó a más de mil millones de personas de la pobreza, no solo en China sino en otras partes del mundo”, apuntó Ngozi Okonjo-Iweala, directora general de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

“El comercio global reduce los costos, difunde el conocimiento y ayuda a las economías a escalar a través de los efectos indirectos de las tecnologías, lo que beneficia a los mercados emergentes y a los países en desarrollo”, aseguró.

La creciente ola de proteccionismo no es exclusiva de Estados Unidos., pero lo que ocurre en ese país llama la atención no sólo porque aún es la principal superpotencia, sino porque fue la fuerza impulsora de la globalización.

El crecimiento de China en general ha sido inmensamente beneficioso para las empresas y los consumidores estadounidenses. Entonces, ¿por qué alejarse de un mercado tan lucrativo?

“La globalización fue genial en muchos sentidos porque sacó a mucha gente de la pobreza, pero en casi todos los países de la OCDE se vio un aumento dramático de la desigualdad, que fue más aguda en el mundo angloamericano”, dijo a la BBC, Rana Foroohar, autora y comentarista del Financial Times en Nueva York.

Buscandos más ingresos y menos costos, las empresas abandonaron sus lugares de origen a menudo acabando con estilos de vida y provocando perdidas de empleo masivas, para saltar de lugar en lugar, de acuerdo a su conveniencia. Eso desató una “competencia fiscal en el mundo, con los países sintiéndose presionados por la necesidad de reducir particularmente los impuestos corporativos para atraer inversiones”, señaló Minouche Shafik, presidente y vicerrectora de la London School of Economics.

Y esta carrera a la baja en los impuestos es uno de los puntos débiles de la globalización pues, como dijo Goldin, “aumentó la desigualdad porque los gobiernos tenían menos dinero para gastar”. “Se necesitan ingresos fiscales para modernizar las economías e invertir en educación, habilidades e infraestructura para que poder competir en un mundo globalizado”.

“Garantizar que las personas puedan llegar a donde están los trabajos, con viviendas asequibles, sistemas de transporte y plazas escolares disponibles, es vital para abordar las desigualdades generadas por el comercio y el cambio tecnológico”.

La incapacidad para distribuir sus beneficios más equitativamente, junto con la pérdida de empleos y el estancamiento económico, hizo que muchos sintieran que la globalización los dejaba vulnerables y sólo beneficiaba a una pequeña élite.

“Hay la sensación de que el sistema de mercado global terminó siendo tan ajeno a los intereses de los electores en los países democráticos que ahora hay una reacción violenta a ese sistema”.

Por eso, dirigentes de todas las corrientes políticas están dándole la espalda a la globalización. Pero además del afán de aliviar el descontento, también están los riesgos.

“Preocupaciones de seguridad nacional están afectando el comercio de ciertos bienes”, señaló Shafik. “Lo que estamos viendo ahora es una segmentación en la que algunos mercados se rigen más por la política que por la economía”.

Un gran ejemplo son los chips semiconductores de gama alta que, como señala Foroohar, son “esencialmente el petróleo digital para la economía mundial”. “El 92% de todos esos chips se hacen en Taiwán. Eso es producto de la globalización: era más barato hacerlos allí y muy fácil, siempre y cuando todo lo demás funcionara”. Pero dado el nivel de tensión entre China y Taiwán, “ahora es un problema”.

Es una muestra de que tiene sentido tener más de un proveedor y garantizar que la seguridad nacional no dependa de empresas de un solo país, pero está lejos de ser la única.

“Debe inquietarnos depender de un país como China para los insumos (bien de cualquier clase empleadoe en la producción de otros bienes) críticos, ya sean las tierras raras que se necesitan en las baterías para la energía renovable o paneles solares”, señaló Zanny Minton Beddoes, editora de The Economist.

“En algunas áreas, creo que hay una razón para tener cadenas de suministro más amplias. “Lo que me preocupa es que esa lógica de política industrial se arraigue, se extienda y se sienta que cada parte de la economía es estratégica, que cada fábrica en cada industria tiene que ser apoyada y que cada país tiene que tener todos los elementos de la cadena de suministro”.

“Y eso es lo que creo que vemos ahora, con tantos países enamorados de la política industrial y queriendo hacer todo en casa”.

Si esa es la situación en Estados Unidos y Europa, ¿cuánto le preocupará a Asia? “El siglo XXI va a ser el siglo asiático; ahí estará el centro de gravedad de la economía mundial”, afirmó el consultor geopolítico Mahbubani. “El motor de crecimiento del mundo será la nueva CIA, y CIA significa China, India y ASEAN, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático.

“Su población combinada es de 3.400 millones de personas”. Lo que es particularmente sorprendente es cuán rápido ha crecido la clase media en esa región. “En el año 2000, la población de clase media era de solo 150 millones, pero para 2020 creció a 1.500 millones. Y para 2030 crecerá hasta alcanzar los 3.000 millones. “Será uno de los mercados más grandes del mundo. Si no participas en él, cavas tu propia fosa”.

Dado que las relaciones comerciales tienden a ser recíprocas, si Estados Unidos y Europa deciden comerciar menos con China, ¿comenzará Asia a desglobalizarse poniendo más barreras comerciales?

“Este será en el mayor ecosistema económico por ser el área de libre comercio más grande del planeta. Pero también comerciaremos con países lejanos”, lseñaló Mahbubani a la BBC.

“Solo para dar un ejemplo concreto el caso de Brasil. Está mucho más cerca de Estados Unidos que de China, hace 20 años tardaba un año en exportar 1.000 millones  de dólares a China; ahora tarda 72 horas. “Así que no son únicamente las naciones asiáticas las que comercian entre sí”.

En cualquier caso, según la directora de la OMC, hay esperanzas para los defensores de la globalización. “Los datos comerciales del comercio de mercancías aún no muestran esta fragmentación: el comercio entre China y Estados Unidos., entre China y la Unión Europea, entre la Unión Europea y Estados Unidos sigue siendo bastante sólido.

“Así que estamos hablando de tensiones geopolíticas”, precisó Okonjo-Iweala. Y urgió un fuerte mensaje. “No dejemos que se manifiesten en términos reales”

“Estamos en un momento difícil en el mundo con las vulnerabilidades que hemos visto en las cadenas de suministro durante la pandemia y esta guerra en Ucrania, pero podríamos aprovechar la oportunidad para construir resiliencia”, aseguró.

Para eso sería necesaria “la diversificación de las cadenas de suministro y la desconcentración de la fabricación a los países en desarrollo que no han tenido la oportunidad de ser incluidos en esta riqueza global y la creación de empleo que tuvo lugar bajo la primera ola de globalización.

“Del mismo modo, la capacitación de los pobres de los países ricos para que también puedan beneficiarse. “Eso es lo que llamamos ‘reglobalización’ en la OMC, una globalización más inclusiva”.

Atención al gran debate sobre los olvidados de la globalización. La cuestión de la reglobalización está con toda su fuerza en un primer plano. Uno de los debates de fondo y cuestión emergente en la Cumbre Iberoamericana de Santo Domingo. 

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