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El Rey Felipe VI a su llegada a Santo Domingo. (Foto: @CasaReal)

SANTO DOMINGO

Cumbre Iberoamericana tras impacto de COVID-19 y la invasión rusa de Ucrania

El Rey Felipe en la XXVIII Cumbre Iberoamericana en Santo Domingo. Un encuestro de mayor importancia aún en esta edición. Una cita centrada en establecer hojas de ruta para encarar la crisis que dejó la pandemia de la COVID-19 y que agravó la invasión rusa en Ucrania.

Hechosdehoy / Ignacio Rodríguez Ferreiro

El Rey Felipe VI en la XXVIII Cumbre Iberoamericana de Jefes y Jefas de Estado y de Gobierno acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares y por el secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo, Juan Fernández Trigo.

El Rey llegó a última hora de la tarde del jueves 23 al Aeropuerto Internacional de Las Américas. Fue recibido con un Cordón de Honor por viceministro de Política Exterior Bilateral de la República Dominicana, José Julio Gómez y el embajador de España en la República Dominicana, Antonio Pérez-Hernández.

El viernes, 24 el Rey comenzó la jornada con un encuentro bilateral, en el hotel El Embajador con el Presidente de la República Oriental del Uruguay, Luis Lacalle, en el que estuvieron presentes por parte española el secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo, y por parte uruguaya el ministro de Relaciones Exteriores.

A continuación, el Rey se trasladó al Palacio Nacional, donde mantuvo un encuentro con el Presidente de la República Dominicana, Luis Rodolfo Abinader, en el que estuvieron presentes el secretario de Estado, Juan Fernández Trigo y por parte dominicana los ministros de Relaciones Exteriores; el administrativo de la Presidencia y el de la Presidencia.

Finalizado el encuentro, el Rey saludó al empresario, historiador y escritor dominicano, Manuel García Arévalo –que fue ministro de Industria y Comercio de la República Dominicana del gobierno de Leonel Fernández-; y a la Representante de la Fundación Corripio, Ana Corripio, que le presentaron un libro sobre la historia de las relaciones entre España y República Dominicana.

Posteriormente, el Rey se trasladó de nuevo al hotel El Embajador, donde recibió en audiencia a una representación de jóvenes participantes en la Cumbre Iberoamericana de Jóvenes Líderes. El “Encuentro Iberoamericano de Jóvenes Líderes” se reúne en Santo Domingo bajo el lema “Para la consolidación de la Nueva Agenda de Juventudes y Sostenibilidad”.

Seguidamente, el Rey asistió junto al presidente de la República Portuguesa, Marcelo Rebelo de Sousa; el presidente de la República Oriental del Uruguay, Luis Lacalle y el vicepresidente primero del Grupo Social ONCE, Alberto Durán, a la presentación del Programa Iberoamericano de Derechos de Personas con Discapacidad “Hacia una transición justa e inclusiva en Iberoamérica: Una apuesta firme para no dejar a nadie atrás”.

Allí se desarrolló la mesa redonda “Hacia una transición justa e inclusiva en Iberoamérica: Una apuesta firme para no dejar a nadie atrás”. El acto concluyó con la entrega al Rey del cupón de la ONCE dedicado a la XXVIII Cumbre Iberoamericana.

El Programa Iberoamericano sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad fue aprobado en la XXVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno en La Antigua, Guatemala, en noviembre del año 2018.

Tiene por objetivo contribuir a la inclusión de las personas con discapacidad en la vida política, económica y social, a través de políticas que garanticen el pleno goce y ejercicio de sus derechos.

En el mes de mayo de 2019 el Programa se inició con la participación de Andorra, Argentina, Costa Rica, Ecuador, España, México y Uruguay, a los que se adhirieron como países invitados Bolivia, Guatemala y República Dominicana. El Programa tiene una duración de 4 años. Los países miembros del Consejo Intergubernamental pueden ampliar su duración para alcanzar nuevas metas y resultados.

Por la tarde, el Rey participó en el XIV Encuentro Empresarial Iberoamericano, asistió al acto inaugural de la XXVIII a Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno y a la posterior Cena de Jefes de Estado y de Gobierno.

Este sábado, 25 el Rey lo comienza con un desayuno con Jefes de Estado Centroamericanos y a lo largo del día asiste a las sesiones de la XXVIII Cumbre Iberoamericana.

Las 22 naciones reunidas en la Cumbre de República Dominicana adoptarán cuatro instrumentos a través de los cuales Iberoamérica fijará su posición y planteará soluciones a algunos de los principales retos que enfrenta la región:

— El primero de estos documentos es la Carta Medioambiental Iberoamericana, que consolida la visión compartida frente a los desafíos del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación, y establece lineamientos para orientar normativas y políticas públicas en estas materias.

— El segundo, es la Carta de Principios y Derechos Digitales Iberoamericana, que coloca a las personas en el centro de la transformación digital inclusiva, atiende a las brechas existentes y evite nuevas, y promueve principios que los Estados deben tener a la vista al implementar las legislaciones nacionales y poner en marcha políticas públicas.

— El tercero es la Estrategia para alcanzar la seguridad alimentaria, que propone, entre otras medidas, aumentar el comercio intrarregional y el desarrollo de cadenas de suministro más resilientes, consolidar la agricultura familiar, expandir el acceso a financiamiento para transformar los sistemas agroalimentarios y fortalecer la infraestructura digital rural.

— El cuarto, y último, es el Comunicado Especial sobre Arquitectura Financiera Internacional, que sistematiza una propuesta para avanzar hacia un sistema financiero internacional más justo, inclusivo y flexible, que permita a los países iberoamericanos afrontar de mejor manera los procesos de recuperación post pandemia, de transición energética, de adaptación climática y de lucha contra la desigualdad.

Historia de las Cumbres Iberoamericanas

La I Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno de 1991 consagró en su Declaración final el reconocimiento de un espacio común iberoamericano de concertación política y de cooperación al que de año en año se ha ido dotando de profundidad y contenido.

La Conferencia Iberoamericana tiene como eje central la celebración bienal (anual hasta 2014) de la Cumbre Iberoamericana, una reunión del más alto nivel político. Dicha reunión es coordinada por la Secretaría Pro Témpore (constituida por el país anfitrión de la Cumbre) de la mano con la Secretaría General Iberoamericana.

La Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores es el segundo órgano en orden de importancia en la toma de decisiones después de la Cumbre. La cita se sigue celebrando anualmente para dar seguimiento a los mandatos emitidos por los Jefes de Estado y de Gobierno durante la Cumbre inmediatamente anterior.

Además, las reuniones de Coordinadores Nacionales y de Responsables de Cooperación son las instancias de gestión y de discusión habituales y se convocan varias veces al año. Por su parte, las Reuniones Ministeriales reúnen cada dos años (anualmente hasta 2014) a los ministros y altos responsables iberoamericanos de diferentes áreas para tratar temas sectoriales. A su vez, existen diversos foros y encuentros entre empresarios, la sociedad civil, de parlamentarios, gobiernos locales y diferentes tipos de organizaciones que también celebran citas técnicas.

Todas estas reuniones, foros y encuentros sirven para que los mandatarios iberoamericanos puedan discutir y priorizar los temas que abordarán durante la Cumbre.

Los encuentros constituyen un foro privilegiado para tratar asuntos multilaterales. Crean un clima de confianza entre los diversos actores que permite intercambiar experiencias, establecer diagnósticos compartidos y concertar posiciones comunes ante los desafíos que enfrenta la Comunidad.

Los miembros de la Conferencia Iberoamericana son los 22 países de Iberoamérica: 19 países de América Latina de lenguas castellana y portuguesa, más Andorra, España y Portugal.

Además, la Conferencia Iberoamericana cuenta con Observadores Asociados (Estados) y Observadores Consultivos (Organizaciones internacionales). Su presencia permite promover una vinculación más estrecha con otros miembros de la comunidad internacional y abrir así Iberoamérica a los países y espacios afines lingüística y culturalmente.

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